Tomamos nuestro desayuno más relajadas que de costumbre, aprovechando que nos habíamos levantado temprano para averiguar de la situación Griega, anunciada por todos como algo convulsionada; se decía que estaba cerrado el aeropuerto y el Puerto de Pireaus, pero finalmente se confirmó que los vuelos estaban saliendo con normalidad, aún cuando con algo de retraso.
Mi amiga decidió quedarse en el hotel y conectarse con la gente que la recibiría en Atenas, yo partí a ritmo relajado a Eminönü al Bazar Egipcio o Bazar de las Especias, que data del año 1663 o 1664, y que es conocido como el mercado cubierto más grande después del Gran Bazar.
Se entra a él por detrás de Yeni Cami (Mezquita Nueva) por un pasillo donde venden coloridas frutas, aceitunas de todo tipo y procedencias y cerritos de especies a las que debe su nombre, presumiblemente por su origen Oriental, se dice que por aquí transitaban en su ruta a Egipto.
Había de todo tipo de currys, canela, azafrán de Irán, además de pipas de agua, molinillos finamente decorados, de los cuales me tenté con dos que hoy adornan mi cocina, dándole aunque sea un barniz de oriente.
En su interior abundan las Delicias Turcas, ordenadamente exhibidas, que tentación !
Me dediqué a recorrer los pasillos con toda calma, saboreando una bolsita de avellanas (reivindicadas como Turcas, casi como política de Gobierno), dejándome llevar por los aromas ... hierbabuena, canela y pimienta ... indescriptibles, pero tan evocadores ... maravillada además por la forma tan coqueta de disponer los aliños, en montoncitos perfectos, combinando los tonos de rojos, amarillos, verdes y terracotas.
Saliendo de allí hice una visita a la Mezquita Nueva, no sin dejar de sorprenderme por la cantidad de palomas y los puestos establecidos, manejados por ancianos, donde venden comida ... para ellas !
Desde allí tomé el Traim que me conduciría unos 10 minutos más tarde al Gran Bazar, donde fui recibida con miles de ofertas y frases como "pase, mirar no cuesta nada" o el siempre conocido "no para comprar, solo mirar" en un perfecto español, intentando adivinar los vendedores del país de procedencia, al cual nunca acertaban :)
A diferencia del Bazar de las Especies, donde se encuentran más productos alimenticios y de cocina, acá el Bazar, un verdadero coloso, alberga locales de ropa, joyas, maravillosas lámparas, pashminas, chales, alfombras, cerámicas y artesanías varias, separados por secciones, todas ellas, sin perjuicio, lucían orgullosas grandes banderas Turcas.
El bazar data de 1455 y se extiende por una superficie de 45.000 metros cuadrados.
Como me esperaba un viaje de al menos un mes por delante tuve que medirme con las compras, sobre todo con las maravillosas piezas de cerámica... aún así me aventuré y compre una bola pintada con los Tulipanes símbolo de Estambul que llegaron a casa salvos afortunadamente y hoy adornan mi ventana mirando el mar.
Desde allí caminé perdida por los pasillos maravillada por las lámparas y su perfección, como por la cantidad de colores que había ... realmente estaban todos !
Y los camellos ...
Y las Babuchas ....
El protagonista de las ventas obviamente es el producto estrella: Evil Eye, que es un amuleto para espantar el temido mal de ojo, que está en todo tipo de productos, desde joyas, hasta cojines, sólo o acompañado de la mano de Fátima o Hamsa para los árabes.
Saliendo de allí pasé a comprar algo para comer porque ya se había hecho un poco tarde, decidí desde luego para despedirme como corresponde probar mi último Paynirli, y justo lo preparaban "en vivo" por una señora encantadora que me mostró todos los secretos de una buena brasa.
Y a propósito de despedidas volví a disfrutar de mi siempre valorado jugo fresco de naranjas por 5 LT ...
Una imagen del Donner Kebab ... una verdadera institución ...
Previo paso por el Old Bazar contiguo al gran bazar, donde negocié un tapiz precioso y colorido por 20 euros, pasé a un taller donde se hacía caligrafía en cuero de cabra: delante de tus ojos el hombre muy circunspecto escribe lo que uno le deletree en un cuaderno y lo plasma con tal gracia en marca páginas y tarjetas ... el regalo perfecto para los hombres queridos que se quedaron en Chile.
Luego del tranquilo paseo llegué al hotel a reunirme con mi amiga y esperamos tranquilas a que nos recogiera el taxi, que previo pago de 35 LT nos conduciría a Atatürk.
El aeropuerto es hermoso y grande, pero no deja de llamarme la atención la cantidad de revisiones y de medidas de seguridad que toman.
El Duty Free es espectacular, una sección de artesanías y souvenir a precios buenísimos y una gran variedad de productos y cosméticos internacionales. Encontré - con una suerte mundial- los productos del córner de Kipling en oferta por cierre, así que me hice de unos bolsos plegables por 13 euros, feliz!
Nos separamos con Chachi en la puerta de embarque, porque ella se iba antes... fue un digno hasta pronto (nos encontraríamos dentro de un mes cargadas de aventuras e historias en Madrid) y un suerte en tu próxima destinación amiga... y cada una a su avión, los que partieron con dos horas de retraso.
Yo abordé mi Turkish Airlines a la hora decretada, el avión era antiguo, sin servicio de entretenimiento a bordo, pero brindaron una buena cena vegetariana, acompañada de un vino blanco Chileno, que fue una excelente casualidad, porque ya lo empezaba a extrañar ...
Luego de la cena dormí y soné con mi próxima parada: Nueva Delhi !
Gülle Gülle !!
