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martes, 29 de mayo de 2012

Día 19: Jaipur, la ciudad Rosa.

Hoy tomé el desayuno en el hotel Master Paradise, que brindó un bufete con especialidades Indias, saladas y dulces, además de panes y panqueques, acompañados desde luego de jugos y café.

Salimos con Sukhdeep o Dipa, a caminar por la calle del Hotel y encontramos una casa llena de monos, pero llena ... había de varios los tamaños, pero todos tenían una gran cola ... vivían felices con sus árboles y ni repararon en nuestra presencia.




Una vez despedidos de los monos partimos hacia Jaipur: el tramo del viaje fue corto, sólo 144 kilómetros, y la carretera, la mejor por la que hemos andado hasta ahora, doble vía, muy expedita.

Luego de nuestro  tradicional stop para ir al baño y tomar café y Chai, llegamos a la ciudad rosa de Jaipur antes del mediodía... La ciudad bullía en actividad comercial, y me bien cosmopolita y la más grande que había visto hasta ese momento.

Una vez cruzada una de las puertas principales de la ciudad ingresamos de lleno a la zona comercial, donde nos perdimos entre los pasillos donde se exhibían con gracia todas las telas que me pude imaginar: que ganas de ser elegante! me repetía, pensando en que me podía hacer miles de vestidos con las gasas y sedas que estaban frente a mi.

Pasamos también por la porción de las joyas, y visitamos algunos talleres. La verdad los precios no me parecieron tan bajos como me habían contado, la plata lucía de buena calidad, pero los diseños eran- para mi- un poco recargados, así que solo me decidí por unos aros con un tramado muy delicado por 700 rupias .... compré también un collar de coral rojo y otro de turquesa por 1.800 rupias, y conseguí de Diwali Gift unos collares cortitos de un color rosado...


Salimos de los coloridos pasillos y entramos ya de lleno al Turismo. Compré el Ticket combinado para entrar al Palacio de los Vientos por 300 rupias, que incluía el acceso a los dos fuertes: Amber y Nahargarh, el Hawa Mahal, Jantar Mahal y el Albert Royal museum.

El Palacio de los Vientos o Hawa Mahal data de 1799 y es por lejos el símbolo de la ciudad, consta de cinco pisos y correspondía a la Zenana o porción dedicada a las mujeres del Palacio de la Ciudad.





La gracia del edificio, que se asimila a la corona de Krisha, es que está dotado de finas celosías que en los tiempos de los Maharajas, permitían a las mujeres de la Corte ver todo cuanto acontecía fuera del Palacio pero sin ser vistas.



En este palacio también ocupé el audio guía, que por 110 rupias me dio una buena idea de lo que pasaba en el Palacio cuando estaba en plena actividad ...




Desde la parte más alta del edificio se percibe la ciudad - rosa-  y las figuras post modernistas del Jantar Mantar, situado a uno de sus costados...



Estuve ahí disfrutando de las vistas (sin ser yo vista desde el exterior desde luego)  fácilmente un par de horas, aunque el sol estaba abrasador, valía la pena cobijarse en los balcones para imponerse de lo que pasaba en la calle.


Saliendo de ahí, caminamos por el costado del Bazar hacia el Jantar Mantar que fue construido entre los años 1728 y 1730 por el Maharaja Jai Singh apasionadísimo por la astronomía.

... pero, primero, una ardilla equilibrista ....





Entré al recinto y en realidad era como de ciencia ficción... las figuras eran muy modernas, y no me daban mucha idea de que se trataba ...

Gran reloj de sol

Luego pude captar que el lugar está compuesto por una serie de instrumentos que sirven para calcular la inclinación de la tierra, determinar las posiciones estelares y la llegada e intensidad de los Monzones.

Reloj de sol hemisférico

Tiene además una porción dedicada a los planetas y signos del zodiaco.



Y dos relojes de sol que marcan con margen de error de 27 segundos la hora en Jaipur.


pequeño reloj de sol
Kapali Llanta

Y este instrumento para constatar el paso de los planetas y los astros por los diferentes meridianos ...



La visita completa al lugar es de no creerlo, lo moderno de las formas y la precisión de los instrumentos pero del siglo XVIII !!! ... Además este fue el único lugar de todo el viaje donde me encontré con otro Chileno ... 

Terminada mi visita salí de ahí y me reuní con Dipa para volver al bazar en busca de algunas joyitas... la verdad habían varias muy lindas, pero ningún precio que valiera mucho la pena.




Paseamos por la ciudad y paramos en el Aunty´s Cafe, donde tomamos un par de bebidas e  hicimos la hora para mi siguiente lujo: un masaje ayurvédico !!! ... (el tercero del viaje)

El cine mas importante de Japiur.


Dipa me recomendó el Kerala Ayurveda Kendra, (www.keralaayurvedakendra.com/) donde me recibió el doctor Mahendra Sharma, quien confirmó el diagnóstico respecto del dosha dominante en mi que previamente había hecho mi terapeuta en Buenos Aires, me tomó el pulso, revisó mi pelo, la piel, el aspecto de la lengua y me hizo unas preguntas referidas a mi personalidad y temperamento y confirmó  mi constitución: Pitta Vatta

Desde luego después del diagnóstico me tenté con un masaje, tomé el Sirodhara con Abhyanga, de tipo restaurativo de 90 minutos (2100 rupias),  que fue una experiencia de ensueño y un regalo para el cuerpo y el alma... la verdad, siempre me han encantado los masaje, pero este fue una experiencia sensorial completa, donde pude percibir en forma física los desbloqueos energéticos, recomendable en un 100%... y el dinero mejor invertido ...

La terapia se iniciaba en una sala tibia con luz tenue, sin mucha pretensión (no sonaba música, ni había olor a inciensos) solo estaba la terapeuta y yo, una especie de cocinilla y un biombo precioso labrado finamente en madera.

Me habló, e instruyó para que fuera girándome mientras masajeaba mi cabeza y mi cuero cabelludo, y luego el resto del cuerpo de cuello a pies, con el aceite indicado para mi conformación doshica, y luego me ordenó quedarme tendida de espalda, me tapó con una sábana, y me acomodó de manera que de un cuenco de bronce colgado sobre mi cabeza cayera un chorrito de aceite tibio sobre mi frente en forma continua por 30 minutos.

El estado al que llegué fue de relajación superior, cuando salí luego de despedirme de mi amorosa terapeuta, caminé sintiéndome de 10 años menos, y con mi piel y pelo más hidratados que nunca.


Después de esa experiencia maravillosa llegamos al hotel Umaid Bawan (www.umaidbhawan.com/), donde me dediqué únicamente a disfrutarlo porque era realmente hermoso.

La decoración del interior y exterior del hotel era extraordinaria, realmente daba para pensar que estaba en un Palacio, hecho para mi.... es por lejos el más hermoso de los hoteles que me tocó ver en todo mi periplo.

Mi dormitorio también estaba  bien alhajado, tenía todas las comodidades y además estaba decorado muy bonito y lo completaba una terraza que permitía la vista al patio interior y a los demás pasillos que brillaban iluminados a esa hora... el baño limpio y muy amplio.
 .




Subí a cenar a la terraza del hotel, las tradicionales Pakoras y un guiso de papas (Aloo) ... fue una cena muy linda porque me despedía también de uno de mis compañeros de viaje, Adam, con el que si bien no hicimos los recorridos juntos, coincidimos en cuatro ciudades en que compartimos la cena y animadas conversaciones: él seguría su rumbo en año sabático a Goa y Mumbai, y yo hacia Agra y Varanasi.


Reímos y compartimos con unas Kingfisher, disfrutando de la comida exquisita y de la música que nos acompañó hasta la hora del hasta pronto, repasando lo magnífico que llevábamos de viaje hasta ese entonces, compartiendo respecto de nuestros sueños y proyectos .... y soñando con las maravillas que aún nos esperaban.... al ritmo de Bob Dylan.





Distancia recorrida:114 kilómetros
Guía: Sukhdeep Singh (msshayam93@gmail.com)
Hotel: Umaid Bawhan
Actividad: Masaje Ayurvédico en Kerala Ayurveda Kendra.






viernes, 25 de mayo de 2012

Día 18. Pushkar, la Ciudad Sagrada. 27 de octubre de 2011.

La jornada partió temprano con mi habitual desayuno en la terraza del Hotel Hill Lake. Mientras comía Rustam, el administrador me daba recomendaciones para mi próximo destino, la ciudad Sagrada de Pushkar, donde me advirtió me podrían ofrecer droga y exponerme a algunos peligros. 

Luego de despedirme y agradecer los consejos emprendimos el camino, encontrándonos con las adorables imágenes de carretera de las que ya tengo un álbum.... La distancia entre Udaipur y nuestro destino fue de 283 kilómetros.


Desperté de mi siesta habitual en la ciudad de Ajmer, que es de mayoría musulmana, y centro de peregrinación por la adoración de un santo Sufi... paramos en un mirador que estaba lleno de monos, al igual que todo el camino ... a pesar que ya era habitual verlos, no dejaba de apuntarlos por la ventana, alegre y emocionada como si fuera una niñita ... 




Llegamos al hotel Master Paradise (www.masterparadise.com) cerca del mediodía. El lugar es muy lindo y limpio y de una atención excelente, mi pieza era enorme, al igual que el baño.






Almorcé en el mismo hotel, donde se me informó que no se expendía alcohol y que no se permitía fumar, por cuanto estábamos en una de las cinco ciudades sagradas del Hinduismo, así que me limité a almorzar ensalada y de postre Mava Barfi y cafe, todo por 350 rupias.

Salimos a recorrer el pueblo con Dipa, quien decidió estacionar el auto en un Templo de su religión: Sikh. Me explicó los elementos del atuendo mandatorio para los hombres: el pelo sin cortar enrollado en turbantes, el brazalete de acero, la daga, la ropa de algodón y el peine de madera, que se reduce  a las cinco K, representativas de los elementos aire, tierra, agua, metal y éter. 



Luego de lavarme manos y pies y de cubrirme yo el pelo, entramos al templo, al comedor comunitario y me explicó sobre las enseñanzas de su religión que pregona la igualdad desde la época en que reinaban las castas.

A la salida un hombre me da un pedazo de una especie de pastel, y un tipo de bendición, Dipa me alenta a aceptarlo, asegurándome un buen augurio, obviamente lo hice, agradeciéndoles a ambos.

Caminamos por el pueblo, visitando algunas disquerías y buscando postales, Dipa anduvo particularmente nervioso con la gente que se me acercaba, advirtiéndome que no estábamos en una ciudad tan segura, porque como  hay muchas prohibiciones abundan las mafias que expenden alcohol y algunas drogas ...

Me instruyó también a no aceptar flores ni pulseras, porque podían provenir de falsos hombres santos, que luego me cobrarían por quitarme un mal de ojo o liberar de una desgracia a mi familia por 200 euros ...  afortunadamente las personas con quienes conversé sólo se acercaban a preguntar de donde venía y que andaba haciendo allí ....


Llegamos a la zona de los ghats a la orilla del lago Pushkar, donde las personas pasean, conversan, tocan música y se bañan y el tiempo transcurre con una calma increíble ...



Se desconoce la exacta fecha de fundación de la ciudad, aun cuando es considerada de las más antiguas de India, su origen se funda en el mito del cisne y del loto, y se le atribuye al mismísimo Brahma, quien tiene uno de los pocos Templos erigidos en su honor en esta ciudad.



Caminé por los Ghats medios vacíos (habrían 52), sólo observando ... el lago estaba lleno de pétalos de flores y otros restos de ofrendas dejados por los fieles en la noche del Diwali.


Las calles de la ciudad son muy comerciales, vendían de todo tipo de productos, liderando la ropa y la artesanía.



Y di con la materia prima de mi dulce favorito: Mava Barfi.




Llegamos luego al Templo de Brahma, el Dios Creador y deidad principal del Trimuti o Trilogía del Hinduismo. (junto con Visnu, el preservador y Shiva, el destructor).

Cuenta la leyenda que Brahama engañó a su esposa  Saravasti encendiendo el fuego sagrado con otra en su ausencia, por lo que ésta lo maldijo, decretando que los hombres no lo adorarían y no erigirían templos en su nombre, este Templo es en consecuencia de los contados en toda India erigidos en su honor.




Está permitida la entrada de los extranjeros al templo, pero sin zapatos,  cámara de fotos y hasta sin cartera, así que Dipa se quedó de custodio, esperándome paciente afuera, donde se encontraban además innumerables Sadhus ... a pesar que observé harto no pude dar con la clave que me permita distinguir uno verdadero de uno falso.

El Templo es bien colérico y estaba a esa hora en plena actividad ....



Seguimos caminando por las calles de la ciudad, parando de cuando en cuando a observar los colores y el comercio en plena actividad...



Hasta que llegó el atardecer y apareció la gente y la música ...  muchos jóvenes de aspecto extranjero improvisaban una sesión de percusión que daba un marco perfecto y solemne al atardecer de la ciudad sagrada.




Y nos quedamos sentados, viendo el lago, oyendo la música y oliendo el sándalo ....




Ya caída la noche pasamos a comprar agua y regresamos al hotel ...





Una vez en el hotel, y luego de un pequeño "episodio" con una lagartija que alojaba en mi baño, salí a comer a un restaurante cercano Little Italy, que resultó ser todo un descubrimiento: ordené pizza Margherita y resultó saber como la vera pizza italiana, estaba realmente deliciosa, al horno Tandoori, riquísima !

Caminé de regreso al hotel luego de hacer mis anotaciones y de pagar la cuenta de 350 rupias (pizza, más Tulsi Tea, más agua mineral) recorriendo un callejón medio oscuro lleno de camellos :) ....

Me quedé en la recepción largo rato, mientras un hombre revisaba que no se haya colado otra lagartija a mi pieza, y me contaron sobre la importante feria de camellos que ya se aproximaba y que es el gran suceso del año en la ciudad, pues es una feria de las más grandes de Asia,  y una verdadera fiesta a diez días del Diwali (en la luna llena o Deepdan), me despedí agradecida de la inspección anti lagartija y por los datos ... y me fui a descansar ....



Distancia recorrida: 283 kilómetros desde Udaipur.
Guía: Dipa, Sukhdeep Singh (msshayam93@gmail.com)
Hotel: Master Paradise





viernes, 11 de mayo de 2012

Día 17. Happy Diwali en Udaipur, la ciudad Blanca.

Hoy desayuné en el Roof Top restaurante del Hotel Lake Hill, café negro con panqueques, con la mejor vista de India.

Partí con Dipa caminando hacia el Palacio, distante a unos 15 minutos en marcha lenta. Compré en la ventanilla el Ticket combinado, que incluía las dependencias del Palacio, paseo en bote y la entrada a Jag Mandir todo ello por 575 Rupias (300 boat trip + 275 entrada combinada).


El City Palace es un gran complejo que abarca varios palacios y es el más grande de Rajastán. Su parte más antigua data del siglo XVI y fue erigido por el Maharajá Udai Singh, siendo aumentado y corregido por sus sucesores hasta el siglo XIX y en todas las guías es definido como una "fiesta de patios, pabellones, terrazas, pasillos, habitaciones y jardines".


Claramente este es uno de lo sitios más visitados en lo que me tocó estar, siendo constantes las filas para poder apreciar la magnificencia de las joyas que esconde.


Me recibió un gran cuadro que hace gala de la técnica del repujado en metal con esmalte, tan propia de este sitio.


Inicié mi paseo luego de retirar el audio guía en la puerta, donde tuve que dejar una identificación vigente para garantizar su devolución y ya me interné de lleno en las dependencias palaciegas.


La primera curiosidad, el caballo del Maharajá Merwari Pratap, llamado Chetak, entrañable combatiente, ataviado con una trompa de cuero, para que en la batalla pueda acercarse a los elefantes que lo confundirían así con un joven ejemplar, sin atacarlo.


Chetak

Seguí la caminata por el interior, llevándome las mejores postales, vi pinturas representativas de grandes batallas, imágenes religiosas y me maravillé con la arquitectura del lugar: un verdadero palacio de ensueño.


Pasé por un jardín con fuentes de agua, cuyas ventanas aparecían cubiertas con vidrios de colores. Cuenta   la historia que la Maharaní no era oriunda de la zona, por lo que para que pensara que estaba en otra ciudad, miraba por las ventanas rojas, pensando que estaba en Jaipur, por las amarillas, en Jaisalmer y por las azules en Jodhpur.


Pasé también por el Palacio de Rubí (Manak Mahal), y el Sheesh Mahal o Palacio de los espejos, ambos impresionantes por la finura de los mosaicos y la perfección de la disposición de los espejos.


Encontré además Lotos perfectos en uno de los techos ...


Cada vez que me asomaba por alguna de las ventanas obtenía vistas maravillosas, hacia la ciudad, o hacia el lago Pichola y el Lake Palace o Palacio flotante.

Lake Palace

Caminé a través de las estancias de Krishna (erigidas por el Maharajá en memoria de su hija a la cual debió envenenar para evitar la guerra entre los pueblos de sus dos pretendientes) y por unas habitaciones decoradas con azulejos Holandeses y porcelana China.


Por todos lados donde caminaba encontraba una imagen más maravillosa que otra, aun cuando era dificilísimo obtener una buena foto con la cantidad de gente que había a esa hora.



Me impresionó la finura y delicadeza de la decoración, nuevamente no encontré una sola columna que no tuviera una pintura o un relieve...





Una de las partes más impresionante es el Mor Chowk, donde se encuentran las paredes decoradas con mosaicos de espejos y un pavo real hecho en relieve que resultó ser simplemente conmovedor.




Además del Palacio de la Alegría y el Moti Mahal o Palacio de la Perla.


Ya saliendo y terminando el recorrido pasé por la Zenana y el Lakshmi Chowk, donde actualmente funciona un museo e incluso se celebran bodas de lujo.




Me despide Lord Ganesh y los Guardias del Palacio con una gracia digna del pasado imperial.


Caminé por el Bazar contiguo al Palacio, donde encontré la tienda Anhoki (http://www.anokhi.com/) una tienda donde venden ropa de muy buena confección pero usando textiles típicos Indios, y diseños más occidentales, con precios medios.

Y me fui al embarcadero a abordar la lancha que me pasearía por el lago Pichola.



El paseo debe durar unos 25 minutos, hasta el Jag  Mandir, y permite vislumbrar la magnificencia del Palacio, que se rige enorme y orgulloso, contiguo al lago, así como el Lake Palace, o Palacio Flotante y algunos otros templos y embarcaderos en plena actividad, con bañistas incluidos.



Se puede observar además el Hotel Oberoi Vilas, que es un hotel de súper lujo, que parece flotar en el lago.


Llegamos al Jag Mandir después de una navegación calmada y apacible. Nos recibe este Palacio levantado en arenisca y mármol en el siglo XVII y sus 8 elefantes que miran hacia el lago y al Palacio.



La gracia de este lugar - hoy un hotel de lujo- es que habría servido de encondite a  Shah Jahan, quien años después soñó y ejecutó el Taj Mahal, cuando decidió rebelarse contra su padre.

El Palacio brilla blanco bajo el sol abrasador, y permite pasar un rato grato recorriendo el breve jardín y la linda terraza que domina la vista sobre todo el lago.






Desde allí emprendimos el regreso hacia el Palacio, deteniéndonos unos segundos en el Jag Niwas, erigido en mármol blanco en 1754  y que realmente parece flotar en el agua, sirviendo en el pasado como residencia de verano para el Rajput gobernante y hoy también como hotel de lujo.



Terminado mi recorrido, salí por Tripolia a comenzar mi sesión de compras.


Tripolia
Caminé por la misma calle de la mañana y pasé por el Templo Jagdish Mandir en plena actividad, las floristas alistaban las ofrendas y los hombres santos estaban dispuestos a darme su bendición a cambio de una colaboración para comer.



Luego que pagué mi colaboración, se acercó un joven que me explicó que estaba estudiando fuera de Udaipur, y de visita en casa de familiares por la fiesta de Diwali, y se ofreció para explicarme la simbología de las deidades que se encontraban en el lugar; al Templo en si no pude entrar, pero si me fue permitido rodearlo y admirar los 4 templos erigidos en sus cuatro orillas, dedicados a Shiva, Durga, Ganesh y Surya. 

Por primera vez vi mendigos en el Templo, pero no tenían ni que pedir dinero, porque todos les repartían rupias; el joven me explicó que era por la festividad en pleno desarrollo, lo que me animó también a ser generosa con mi guía ad hoc.


Pasé por varias tiendas a husmear sobre el comercio local, había mucha ropa, pinturas en minuiatura y artículos de cuero. 

En cada lugar que compré me dieron un generoso descuento y un regalo, explicándome que el Diwali es presidido por la Diosa Lakshmi, quien otorga prosperidad y riqueza, por lo que los comerciantes retribuyen a sus usuarios con esas dádivas. De hecho, hasta el pintor de miniaturas dibujó un elefante a mano alzada para mi, el que tengo enmarcado en mi cocina.



Continué caminando hasta la orilla del lago, donde se encuentran las escalinatas donde había ido la noche anterior, esta vez el panorama era bien distinto, se encontraban las mujeres en plena actividad lavando la ropa, el cabello y en amena charla.



Regresé al hotel, visitando antes al artesano vecino, que me vendió unos pavos reales en la técnica de repujado en metal, lindísimos, regalándome además una sonrisa y un buen descuento.



Luego de descansar unos momentos partimos la jornada de la tarde, yendo al sector del Shaelyon ki Bari o Jardín de las doncellas, situado a orillas del lago Fateh Sagar;

El jardín es bellísimo, fue construido por Sangram Singh en el siglo XVIII como regalo  para las doncellas de su Corte. Dipa me contaba que a una de las princesas le encantaba la lluvia, y por eso hay tantas fuentes de agua.  




El jardín está dotado de grandes palmeras y árboles de Mango, además de Buganvilias y otras flores de colores.... los prados están muy bien mantenidos y los arbustos cortados graciosamente.


La pileta central es un sueño, completamente llena de lotos, colorida y con 4 elefantes que lanzan agua por sus trompas ... me hubiese encantado quedarme allí !!!



Desde allí salimos a bordear el lago Fateh Sagar desde donde se puede visitar la isla de Nehru, que flota tranquila sobre el agua, hay un jardín donde pasear y hacer picnic y se llega fácilmente a ella en uno de los botes aparcados en el embarcadero.

Una vez rodeada la costanera empezamos el ascenso a una de las colinas que rodea la ciudad y entramos a un parque situado frente a la entrada del Cable Car, el cual no usamos por considerar los comentarios malos que nos habían hecho otros visitantes.



Desde ese parque, cuya entrada estaba presidida por estatuas de unos monos pintados de colores psicodélicos.



Esperamos tranquilos a que el sol se pusiera y no nos sobró el tiempo para conversar sobre lo que llevaba de viaje,  mis expectativas y mis impresiones ...



Hasta que presenciamos una hermosa puesta de sol y regresamos al Hotel ...




La fiesta de Diwali,  Deepawali o Fiesta de las luces, es uno de los festivales más importantes que se hacen en la India, coincidiendo con la celebración del año nuevo Hindú,  en la luna nueva del mes de Kartika. 

El festival marca la victoria del bien sobre el mal, y el  "regreso a casa de la buena voluntad y de la fe después de su ausencia, tal y como está indicado en la historia de Ramayana".



Por todos lados resuenan petardos y vuelan fuegos artificiales ...



Se puede ver a los niños por todas partes  celebrando y gritando ... "Happy Diwali, happy Diwali" ...



Hasta los autos estaban bellamente decorados....




Ese día las personas visten ropa nueva, alhajan su hogar, y está todo plagado de luces, tanto guirnaldas eléctricas, como velitas, o potes con aceite, como en los antiguos tiempos.


Salí a caminar por la ciudad y me encontré a todo el mundo en la calle y muy animados ... en la escalinata a orillas del lago flotaban las ofrendas que las mujeres lanzaban al agua, luego de disponerlas ordenadamente en unas cajitas... una postal hermosa ...


Me quedé observando por largo rato el ritmo del lugar y de la fiesta ... y me hizo sentido toda la agitación de los días anteriores, el comercio bullía para que todos recibieran esta fiesta con sus mejores galas y la mejor comida ... un buen augurio para el año que llega !



Los restaurantes situados a la orilla del lago estaban llenísimos ese día, así que fui al que me había recomendado el sastre  en la tarde, el Sunset View, situado en el quinto piso de una casa cuyos habitantes celebraban y me incluyeron en su fiesta. 




Comí en el restaurante y luego nuevamente me fueron a buscar para compartir Mava Barfi, que es un dulce hecho de leche y azúcar y rociado con almendras, parecido a nuestro mazapán, que se convirtió en mi adicción ...

Volví al hotel después de tan lindo momento en tuktuk, el conductor que al parecer tenía un giro amplio de negocios, me ofrece droga para la venta... lo que obviamente rehusé ... (me habían contado que era usual, pero fue la primera y única vez que me pasó).

Subí rápidamente al roof top del hotel y pedi un Masala Tea, y me quedé disfrutando la vista... los fuegos artificiales resonaban y brillaban reflejándose en el lago ... subieron los niños con estrellitas, así que me quedé riendo y disfrutando también como niña, feliz y agradecida por tener la oportunidad de ver algo así ... de vivir un segundo año nuevo, donde renové mis intenciones y dibujé nuevos propósitos, pensando en la suerte de poder empezar todo de nuevo !!!

Happy Diwali !!!