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martes, 31 de marzo de 2015

La aventura de Magic Kingdom por un dia. Octubre 2013.

Esta fue una larga jornada: nos levantamos antes del amanecer, para ir saliendo a las 07:00 de la mañana del hotel, pensando en que teníamos tres horas de camino a Orlando.

Elegimos sólo ir a Magic Kingdom e ir por el día, sólo por la edad de mi sobrino José Ignacio, él dijo que quería ir a la casa de Mickey y las dos enganchamos con la idea, aprovechando que el auto ya estaba rentado, y que la verdad, era altamente improbable que en un viaje de adultos, como los que generalmente hacemos, pasaramos por Disney ... el sobrino, fue la excusa ... hay que reconocerlo :)

Elegimos nuevamente la autopista Florida Turnpike, que fue la que nos indicó el GPS (después supimos que había otra, mas lenta, pero sin peajes), retiramos el ticket en el primer toll y despues solo pasabamos por los pórticos, asegurandonos de esquivar las lineas de Sunpass, porque Marce no lo contrató con el arriendo del auto. En el pórtico final, pasamos por la caseta (con un ser humano dentro) y pagamos los cerca de 17 dólares que nos salió el trayecto.
La carretera es espectacular, muy amplia, limpia, y nada de congestionada (75 millas por hora). Tenía estación de servicio cada unos 100 kilomeros, con minimarket y baños, muy bien mantenidos.

Después de 3,5 horas y una parada express al baño de José Ignacio, en el IHop más cercano, llegamos al "recinto", previo pago de otro peaje, pero ya cobrado por Mickey.


La entrada la compramos el dia anterior, via internet, por un poquito más de 300 USD (2 adultas y 1 niño) https://disneyworld.disney.go.com/tickets/, así que pasamos directo a boletería, donde nos entregaron la tarjeta, con la que ingresaríamos a todos los juegos y al registro del Memory Maker. (En cada lugar te sacan "la foto oficial" y despues, antes de salir, las ves y pides que te impriman las que mas te gustan, por 20USD cada una)

 

Nosotras decidimos ingresar por el monorail, y recorrer bien intuitivamente, lo que más pudieramos sin estresar al enano, que lo único que quería era ver a Mickey, que fue al primero que visitamos ... nos saludó, se sacó fotos con nosotros, firmó un autografo y ya... continuamos el paseo.



Organizamos el paseo, de manera que Jose Ignacio pudiera ver a los personajes Disney, más que orientarlo hacia los juegos (el no alcanzaba el 1.05 cms para subir a los juegos mecánicos más "de grandes" y no se quiso subir a Dumbo, que era para niños más chiquitos.


Caminamos por Main Street entre la gran cantidad de gente presente ese día, la "avenida principal" decorada con los motivos café y anaranjados de otoño y Haloween.



Nos detuvimos unos segundos en el Starbucks más temático del mundo para tomar desayuno- almuerzo y cargar pilas para el recorrido bajo el calor que ya empezaba a subir.



Nos dio la bienvenida oficial Walt Disney de la mano de Mickey, el ratón que desde 1928 alimenta todos los sueños infantiles, y una vista hermosa del castillo, que fascina a la princesa que casi todas llevamos dentro.


Nos sorprendió la cantidad de adultos que recorría el parque, sin niño de coartada, como nosotras, incluyendo varias parejas de viaje de luna de miel.... 



El castillo es bien bonito, tal como me lo imaginaba cuando era niña, pero es hueco!, sólo está abierto el primer piso, donde hay una tienda de princesas, donde visten, peinan y maquillan a las futuras princesas de cuento.

En el pasillo estan hechas en mosaico, las imagenes de los mas queridos y recordados personajes de Disney, incluyendo el principe azul.


Cruzamos el castillo y salimos a una especie de aldea temática, donde nos encontramos con una clase de baile, dirigida por la Bella y la Bestia a la que nos incorporamos, siguiendo el ritmo del vals.


Y nos subimos al carrusel precioso: Prince Charming Regal Carrousel, ubicado en el mismo sitio.


Continuamos nuestro paseo hacia la porción de los más pequeñitos Fantasyland, donde estaba la Sirenita, y Dumbo, con los elefantes voladores y las jaulas de los animales del circo, que eran en realidad un paseo de agua, Splash´n´soak station, que refrescaba la tarde.


Pasamos por la carpa donde estaban Goofy, Minnie, Daisy y Donald como personajes del circo, José Ignacio y nosotras posamos como conductores de moto, domadores de perros Poodle y gitanos, respectivamente, para la foto oficial, y también se llevó su mapa autografiado por todos los personajes.


Siguiendo la planificación del día nos acercamos al castillo nuevamente donde presenciamos el desfile oficial "celebrate a dream come true" de las 15:00 horas, ya que no ibamos a ver el de la noche, que es con fuegos artificiales y todo.





El desfile es presidido por Mickey pero pasan todos los personajes más queridos de Disney, partiendo por Mary Poppins, hasta las princesas más modernas obvio que acompañadas por su principe y carroza.


Una vez terminado el desfile, nos movimos hacia Tomorrowland, con su Speedway, donde Marce y Jose Ignacio corrieron un par de veces, aprovechando yo de visitar el Carrusel del Progreso, que era bien fome( debi haberlo anticipado, porque  no tenía fila)



Recorrimos así la versión más moderna del parque, con toques más futuristas, y nos detuvimos a comprar souvenirs en las tiendas bien variadas de esta porcion, cada una de ellas atendida por personas de la tercera edad encantandoras.




Cruzamos ya devolviendonos a la entrada a la parte del Frontierland,  más estilo Mississipi, y a la montaña rusa, donde nos pudimos ingresar por la altura de mi sobrino, quedando corto unos centimetros.





Recorrimos ya medios muertos de hambre, el pueblo estilo Far West, con sheriff y Town Hall incluido.



Paramos a comer cochinadas, a un kioskito de hotdogs del mismo estilo.


Seguimos caminando hacia la zona de Aventureland, con  Aladdin y Pirates of the Caribbean, donde funciona un mercado precioso, de productos de oriente, incluidos los tambores, con los que Jose Ignacio jugó todo lo que quiso, y hasta se hizo un amiguito.





Y recorrimos de regreso la avenida principal, aprovechando de vitrinear y comprar algunos recuerdos, en las decenas de tiendas temáticas.


Obvio que la que más me gustó fue la colorida dulcería de la plaza principal, donde había toda clase de dulces y cakes, además de todos los colores posibles (M&M).


Paramos a retirar las fotos, de las cual compramos sólo una para cada uno, porque eran carísimas (y no eran tan buenas) y nos despedimos felices del mundo de fantasía que nos hizo sentir como niñas, a pesar de haberlo dejado de ser hace un rato ....

Tomamos el monrail y encontramos con facilidad nuestro auto, y emprendimos el viaje de regreso a Miami Beach, por la misma Florida Turn Pike, y llegamos, sanos y salvos, aunque super cansados de regreso al hotel, ya cerca de las 11:00 PM.

Al día siguiente después de playas y algo más de compras Marce y José Ignacio, y mis papas regresarían a Santiago y yo me iría a Recife, a empezar el capitulo Brasileño de estas vacaciones, con la familia Pernanbucana ....


Next Destination: Recife, Brasil !!!



lunes, 23 de marzo de 2015

Miami por segunda vez: playita y compras en familia. Oct/2013

La idea de este viaje, planificado a continuación de Panamá era reunirnos con mi hermana Marce y su hijito José Ignacio, que estaban vacacionando allá desde hace unos días, descansar y comprar juntos y además arrancarnos por el día a Orlando, a Magic Kingdom especificamente, para que mi sobrino conociera la casa de Mickey (y la madre y la tía aprovecharan también de conocerla :) ). 

Como ya habíamos estado antes, repetimos varios hitos, y nos ahorramos el recorrido turístco, sincerando la expectativa, reduciéndola solo a playa y compras, por lo que incluimos esta vez una visita al gigante outlet de Sawgrass Mills, aprovechando además que Marce había arrendado un auto, lo que unido a su conocimiento de la ciudad, nos facilitó mucho las cosas.


El item de alojamiento lo teníamos clarísimo, por la buena experiencia que tuvimos la vez anterior, decidimos por Four Points Miami Beach (www.fourpointsmiamibeach.com), por ubicación, con beach front incluido, conectividad y su impecable servicio de Concierge.

Los 5 días que estuvimos transcurrieron con total relajo, bajo un clima esplendoroso, pasé las mañanas en la playa, disfrutando de la vista y todo lo que allí acontece, que no es poco: bodas, practica de yoga y deporte y más deporte-


Terminada la jornada playera, nos reuniamos todos en el lobby para decidir donde ir: las alternativas Downtown, Ocean Drive o la zona de los grandes Outlets.


- Downtown:

El downtown es dato seguro, estacionando el auto en Bayside, nos dedicamos a recorrer ese centro comercial, y sus novedosas tiendas de ropa importada y algunos clásicos, como Bath and Body Works y GAP, a sus precios ultra convenientes.


Desde alli, despues de un almuerzo bien gringo en Hooters, incluyendo chicken wings, Coleslaw y palitos de apio, para ser un poco cínicos después de tanta fritanga, caminamos hacia Ross, donde nuevamente pudimos regodearnos con los vestidos Calvin Klein, desde 20 a 45 US, con que tengo para trabajar hasta que jubile. 


- Sawgrass Mills:

Otro día tomamos el auto y con Marce al mando nos largamos los 5 a Sawgrass Mills (www.simon.com/mall/sawgrass-mills/map), distante a 35 minutos de la ciudad. Una vez programado el GPS y atravesando raudas el Florida Turnpike, llegamos al enorme mall, dejando el auto a cargo del Valet Parking.


El recorrido por el mall, como es tan grande no es fácil, y a eso hay que sumarle un papá y un sobrino de 4 años, de cuyo aburrimiento había que hacerse cargo ... afortunadamente para ello estaba Rain Forest, que también sirvió de asiento a nuestro almuerzo y como base de "planificación" de la jornada.


Nuevamente elegimos menu gringo, con más pollo frito, mozarella sticks, y un par de Ceasar´s Salad para compartir y aliviar la conciencia.



Después de almorzar y planificar, cada una se retiró a recorrer la porción que más le interesaba; por mi parte puedo recomendar mis favoritos: Rayban corner (casi ningun modelo a mas de 100 US), Kipling, con una estupenda selección de Clearances, Mandrina Duck, con las más lindas maletas y Calvin Klein, donde compré mi chaqueta favorita, y todos los regalos de navidad.

Se que no  recorrimos ni un 30% , pero tampoco era necesario, para compradores más profesionales, quizas convenga ir dos jornadas o quedarse en uno de los varios hoteles contiguos, para nosotros fue más que suficiente, retirandonos con un volumen de compras bastante digno antes del cierre.

- Lincoln Road y Espanola Way:

Otro de nuestros favoritos de la ciudad, pero ya es South Beach, es un clásico de día y de noche : Lincoln Road, me encanta esa peatonal, rodeada de tiendas chiquitas y restaurantes con terraza, además de ser asiento a Ulta, otro de mis datos de compras de productos de belleza, habidos y por haber y a estupendos precios.


A un par de cuadras está situado otro favorito, ahora familiar, Espanola Way, que, diseñada en 1925 por el arquitecto de Miami Beach, Robert Taylor, transcurre como un coqueto sitio histórico, declarado como tal en 1979.

De día visitamos la Hosteria Romana, un restaurante italiano, muy bien atendido por un anfitrion argentino, muy simpatico, y una abuelita exquisita, que estaba preparando las berengenas para los exquisitos platos que disfutaríamos a continuación.



El menu, incluyó para todos Fetuccinis y Gnocci, servidos en el propio sartèn con unas salsas exquisitas y un Tiramisu, exquisito a juicio de todos los comensales.


De noche visité en la misma calle, con mi buena amiga Cristina - brasileña residente en SoBe, que conoci en el 2009 en Oia Santorini- Boteco, un rincón muy entretenido, donde sirven unas caipirinhas aprobadas por la nacional y carne Picanha de lujo, que no probé porque no como carne, tentandome con unas macaxieras que estaban muy buenas.


Fue una reunión muy entretenida, es increible encontrarnos despues de 4 años, y descubrir que la amistad está intacta y que el espiritu viajero que nos hizo encontrarnos y reencontranos, nos seguira juntando here, there or everywhere ... brindamos con esa seguridad, acompañadas de la música y la vibra fiestera que iba creciendo  a medida que transcurría la hora. 



Next day: Magic Kingdom por el día.




martes, 10 de marzo de 2015

Panamá: Colón y Portobelo, por el día.

Salimos tempranito al paseo que dias antes organicé integramente en linea desde casa con Omar Ching de PBA Holding Group (oching@pba-panama.com. www.pba-panama.com), y que, como comenté en el post de ciudad de Panamá,  resultó una experiencia de lujo y de muchos detalles, que lo hacen 100% recomendable.

Nos recogió del hote muy puntual Edu, quien además nos condujo guió y orientó durante todo el recorrido.

La ciudad de Portobelo está separada por 107 kilómetros de Ciudad de Panamá,  y se encuentra contigua al mar Caribe, siendo declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1980, siendo reconocida como uno de los puertos mas importantes de embarque de riquezas en tiempos de la Colonia.  

Se cuenta que la Bahía fue descubierta por el mismísimo Cristóbal Colón en su cuarto viaje,y que fue él quien la bautizó como Porto Bello.




Nosotros iniciamos nuestro recorrido en la iglesia de San Felipe, que data de 1814 y, donde se encuentra la imagen del famoso Cristo Negro, tallada en madera en el sur de España hace más de 300 años, el que se ha convertido en la imagen mas venerada de todo Panamá, que convoca a miles de peregrinos cada mes de Octubre.
 

Cuenta la leyenda que esta imagen  cayó en la bahía de Portobelo cuando la nave que la trasladaba con destino a a Cartagena de Indias zozobró, entonces el Cristo fue encontrada por la gente del pueblo y erigido como el protector de la ciudad ante plagas, pestes y desastres naturales.


 Salimos a mirar la explanada, donde se ubican algunas mujeres a vender artesanias muy coloridas, y caminamos bajo una gracil lluvia a los demás edificios del complejo monumental. 


En tiempos de la colonia, era en este lugar donde se congregaba el transito de las mercancías porvenientes de Sudamerica y Europa. las que se comerciaban en grandes ferias que se extendian durante un mes, por lo que la cuidad toda quedaba expuesta a costantes y violentos ataques de piratas, corsarios y bucaneros, incluyendo a los famosos Drake, Morgan y Hawkins.

Así, era necesario fortificarla para hacerla inexpugnable, conforme nos cuenta Edu, siendo el principal hito defensivo el Fuerte de San Jerónimo, de 1758, que aun exhibe orgulloso su bateria de cañones, para la defensa de la ciudad y los tesoros, que aguardaban ser enviados a Sevilla.


Continuamos el paseo y cruzamos la calle paa conocer la Aduana de la Mar, cuyo edificio  data desde 1630 y que tambien sirvió de asiento a la Casa del Tesoro, almacén, oficina fiscal y residencia del gobernador y de los oficiales reales de la época.


 La Aduana prestó servicio hasta 1821 y actualmente es utilizada como museo para la demostración de artículos de la época española: en su interior nos mostraron un video y nos recibió Angeles, una mujer maravillosa, que nos presentó con todo cariño y paciencia, datos del funcionamiento del puerto, que permitió hacernos una idea de la entidad del tráfico comercial.



Caminamos desde allí bajo la lluvia, un poco por el pueblo, visitando la plaza, y la explanada contigua donde pudimos maravillarnos con la artesania, colorida, principalmente  la Mola, producida por las mujeres Kuna de las islas de San Blas, las que utlizando, trozos de tela de colores brillantes bordadas en capas, en costraste con un paño  negro, representan escenas de la vida tradicional, y animales, como loros y mariposas (15 US)   



Terminada nuestra visita recorrimos el camino que orilla la bahia, encontrando más vestigios de las edificaciones defensivas, que conforman la insigne batería.


Continuamos el recorrido empalmando nuevamente con la carretera transitsmica, hasta llegar el Puerto de Colon y su enorme Zona Franca, distante a 49 kilometros.

Nada más llegamos al sitio,  Edu recogió nuestros pasaportes, para gestionar la ficha de ingreso al recinto y nuestro carnet de visitante. La verdad fue el guía que gestionó todo, incluso el ingreso y salida del auto, porque por lo que había leído en otros blogs no estaba permitido.

La zona franca es enorme, ganado su prestigio de ser la más grande del hemisferio, y la verdad, no se si vale tanto la pena (para los chilenos al menos), recorrimos los galpones sólo curoseando, porque no era nuestro interés comprar electrónica que es lo que sí merece una visita, conforme los comentarios que recogimos.

Lo que yo puedo recomendar es La Rivera, que ofrecia los bolsos, carteras y billeteras Kipling y Benetton, súper baratos (más de Miami y duty free del aeropuerto) y algunas tiendas de venta de lentes de sol, donde compré a super buen precio unos Oakley que me encargó una amiga.

Mi mamá compró algunos perfumes, también a buenos precios, con la duda si eran originales (todo el mundo dice que todos lo son) y efectivamente lo eran. 

A la salida nadie nos revisó, aunque se supone que si lo hacían, Edu batió la mano saludando y partimos.... a nuestra siguiente destino: la estación de tren.



El ferrocarril de Panamá une la costa pacifica y atlantica de Panama, en una "ruta pintoresca a través del Istmo de Panamá", conforme reza su propio sitio web.


El transito del ferrocarril fue inaugurado el 28 de enero de 1855 y funcionó trasladando mercancia y riquezas, e incluso siendo protagonista en la construcción del Canal, que significó su caida en desuso y posterior deterioro, funcionando desde 1998 a traves de una concesion con Panama Canal Railway Company.




El viaje es suave, y entretenido, los vagones preciosos y con un techo de vidrio que permite ir disfutando la vista al cielo, conforme se iba oscureciendo.



Una vez abordo, nos brindaron café de cortesía, así que nos fuimos disfrutando de un picnic con vista, que a momentos era solo una imagen del tren  "flotando" sobre en el agua.

 

Disfrutamos mucho el trayecto, que se extiende durante una hora, atravesando porciones de selva tropical, bordendo el Canal de Panamá,  a través del histórico Corte Culebra y surcando sobre angostas calzadas en el Lago Gatún.



Una vez en la estacion de Ciudad de Panamá, nos reunimos nuevamente con Edu, quien nos condujo nuevamente al Hotel, donde nos preparamos para seguir recorriendo la noche de esta ciudad, que disfrutamos a más no poder y donde nos juramos regresar en 2016, para la inauguración de la segunda etapa del Canal, que nos maravilló con sus 7 hitos, como conté en el post anterior.

Hotel: Hard Rock Panamá Megapolis (www.hrhpanamamegapolis.com/es/)


Guía: Eduardo (oching@pba-panama.com) www.pba-panama.com



Next Nestination: Miami por segunda vez (con Magic Kingdom)