Si bien la mayor parte de mis días en Antigua los pasé recorriendo la ciudad (y comiendo), también contraté con una agencia local Turansa (info@turansa.com), algunos recorridos. Mi agente Eva de Guardia, estuvo súper atenta a ayudarme a la organización de todos los traslados, la ruta por los volcanes, el lago Atitlán, ciudad de Guatemala y Flores y Tikal, y Leonel mi guía personalizado en Antigua, que es el más lindo y curioso de todos mis guías viajeros.
Leonelito |
- Recorriendo la ciudad con Leonelito:
Leonel organizó todo un recorrido para ahondar en la historia y tradiciones de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, más conocida hoy como Antigua.
La ciudad desde la memoria colectiva se relaciona indefectiblemente con el pasado colonial y omnipresencia del catolicismo,que marca casi todas sus tradiciones, siendo imposible sustraerse al caminar por la ciudad de las imágenes de las procesiones sobre las calles engalanadas al máximo y las alfombras de flores por las que transportan al Nazareno cada año en Semana Santa.
En esa clave partimos el recorrido siguiendo el Vía Crucis y todas sus estaciones.
Empezamos por la Iglesia de San
Francisco el Grande, que data mediados
del siglo XVI, pero como toda la Antigua, tiene varias edificaciones y adiciones posteriores a los grandes terremotos, siendo la actual edificación de 1967 aproximadamente.
Es bien conocida porque ahí se encuentra la tumba de Pedro de San José de Betancourt, el primer santo centroamericano y sujeto de gran devoción y su árbol Esquisuchil, cuyas flores, dicen tener cualidades milagrosas.
Justo al frente se encuentra el Lavadero del Tanque de La Unión, que data de 1853 y fue levantado como lavadero público, por cuanto no todas las casas contaban con espacio para lavar. Leonel decía que era el Facebook de la época, porque eran verdaderos centros de reunión para las mujeres, que aprovechaban de enterarse de todas las novedades del vecindario.
Volvimos al Parque Central, donde todo ocurre, frente al edificio del Ayuntamiento, que también se puede visitar.
Luego nos detuvimos en la Catedral, que está reconstruida, en la actualidad y donde descansa todo el año la figura de Jesús Nazareno y los estandartes de todas las cofradías, encargadas de su cuidado y conservación.
En la parte posterior, está la antigua iglesia en ruinas, con vestigios de una gran nave central, pero también de las dependencias de la cocina y comedor del convento Franciscano.
Caminamos la ciudad en busca de nuevas postales, recorriendo la más fotografiada 5° Avenida o Calle del Arco, que como ya había contado en el post anterior, es una de las postales más admiradas de la ciudad, de ida (por los colores) y de regreso (por la vista al volcán que preside toda la ciudad), con lluvia o con sol.
Al otro extremo del cuadriculado, y terminada la quinta avenida encontramos el Convento de la Merced, que es otra postal, en si misma, y preside el parque del mismo nombre con sus colores amarillo y blanco tan característicos de la ciudad.
El templo data de 1767 y es muestra insigne del estilo ultra barroco Guatemalteco.
Continuando con la ruta de los conventos, nos trasladamos a la Iglesia y Convento de la Compañía de Jesús, que también alberga en la actualidad una escuela de oficios, un café y un centro cultural.
El templo data de 1690, destruido con los terremotos, y vuelto a levanta, hoy en se encuentra en ruinas.
El convento restaurado, alberga el Centro de Formación de la Cooperación Española, con biblioteca y mini museo que trataba sobre la cultura prehispanica, principalmente los cultivos y un claustro hermoso.
- Recorrido por los pueblos cercanos (Sacatepequez):
En la tarde de ese mismo día, y después de mi nutrido almuerzo en el café La Condesa, me recogió de nuevo Leonelito, para trasladarnos a los pueblos aledaños a Antigua, situados en las faldas de los volcanes en el municipio de Sacatepequez.
Partimos en San Pedro de Las Huertas, un lugar súper tranquilo, situado a 4 kilómetros de la ciudad, y cuya iglesia, también barroca, preside su plaza principal.
Unos metros más allá el lavadero público, en plena actividad.
Luego nos movimos a la Ciudad Vieja, también en las faldas del volcán Agua, donde fue fundada la primera capital, en 1527, y que luego fue trasladada por inundación.
Preside la plaza el ayuntamiento, con la hermosa torre del Reloj y la iglesia, también barroca, pero esta vez blanca.
Continuamos hacia el pueblo de San Antonio de Aguas calientes, también súper tranquilo, con una plaza hermosa, con árboles coquetos y bancos para ver el mundo pasar.
Visitamos el mercado, donde se exhiben los textiles que hacen famoso al pueblo, y se encuentran las mujeres con sus telares trabajando y compartiendo.
- Macadamia Nuts:
Esta en una visita 100% turística, pero con sentido. El proyecto experimental, busca la reforestación a través del cultivo de árboles de Macadamia, como agricultura sostenible.
La idea, además, es hacer un negocio sustentable para las comunidades, en la comercialización de la nuez, que es comestible (venden chocolates) y también llena de vitaminas y minerales potencialmente utilizables en productos de belleza.
Ahí mismo mi cansado rostro y cuello, pudieron verificar las propiedades hidratantes y suavizantes del aceite, que por supuesto me traje a casa, junto con un delicado masaje, todo de cortesía, para consentirme aun más
De la cocina se destacan los pancakes con mermelada de arándano, además del baño más hermoso que he visitado.
- Café, café, café.
Soy fanática del café, en todas sus formas, por lo que una de mis visitas más añoradas en Guatemala fue la visita alguna finca cafetalera.
La elegida fue la finca Dalton, bautizada por su dueño como "Cafetenango" (como guiño al idioma aborigen donde "tenango" es "lugar".
La visita incluye transporte y guía personalizado.
La visita parte en los cultivos, donde se visitan desde los nurserys hasta las plantas que ya estaban cargadas de granos (verdes en mi visita), que ocupaban gran extensión de terreno.
Luego recorrimos todas las estaciones, de secado, pelado, y pesaje|, notando que es muy largo. Desde ahí avanzamos a la mejor parte, por el aroma, la estación de tostado
Obviamente la visita termina con un minuto para compartir una taza de espresso en la terraza bellisima del restaurante.
- Volcán Pacaya:
Este día la jornada inició de madrugada. Me recogieron en el hotel 06:30 am y comenzamos el ascenso hacia San Francisco de Sales, situado a 1900 metros.
Desde ahí comienza el lento y apacible ascenso, que se puede hacer caminando o a caballo ... si bien yo empecé caminando, la pendiente no es tan sencilla, y no quería sufrir, debí pedir caballo, por lo que seguí a paso lento la ruta, hasta alcanzar los 2.570 metros de altura.
A cada momento íbamos parando en cada uno de los miradores, desde los cuales se obtienen las más lindas vistas a la ciudad y los demás volcanes de cordón: Agua, Fuego y Acatenango.
El guía explicaba los datos geológicos y de las últimas erupciones, a la vez que contaba anécdotas y nos advertía de los peligros de cortarnos con la lava solidificada. Este volcán es muy activo, meses después de mi visita y de cuando en cuando despierta con furia y arroja lava, agua y vapor.
En un momento el guía nos animó a recoger varillas, y era para una sorpresa que nos tenía preparada para cuando bajáramos del cráter, a un área donde se podía sentir el calor de la tierra ... Nos repartió Marshmellows para asar !
Después de nuestro recreo merecido, el ascenso comenzó de nuevo, ahora sin caballo, para obtener nuevas vistas impresionantes de la ciudad y las montañas, hasta llegar de regreso a la van que nos conduciría de vuelta a Antigua.
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