Etiquetas

miércoles, 31 de julio de 2013

Día 10: Camino a Riviera Maya. Bienvenidas a Playa del Carmen !!! . 02 octubre 2012.



El zócalo recién empezaba a despertar, cuando llegamos a tomar nuestro último desayuno en D.F., en el Balcón del Zócalo del Hotel Holiday Inn, el que disfrutamos con total calma, presenciando como empezaba la vida de la ciudad.


Y nos despedimos de esta vista hermosa ...



Nos pasaron a buscar a la hora planificada para trasladarnos al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, al que llegamos, no sin antes dar una mirada a los bellos edificios que rodean Zócalo, sorteando todos los atochamientos precisamente porque era bien temprano.  




Recorrimos con total calma el aeropuerto porque nuestro vuelo se atrasó, así que nos dio tiempo para vitrinear (pero sin derecho a comprar duty free, porque era un vuelo nacional), en M.A.C (muy barato) y Pineda Covalin, con sus lindos estampados de Mariposa Monarca a precio turista, y además de hacernos masaje en las piernas con las Chinitas, para matar el tiempo.


Abordamos a la nueva hora el vuelo de Aeromexico, que dos horas más tarde nos dejó en el Aeropuerto Internacional de Cancún, previo a disfrutar las más lindas vistas del azul que no había visto en mi vida desde la ventana.






... aunque la llegada fue un poco deprimente y preocupante, el panorama mejoró absolutamente unos minutos más tarde...




A la salida del aeropuerto nos esperaba una van (incluida),  en la que ordenadamente nos ubicaron  y sentaron, para  llevarnos a Playa del Carmen, distante a 68 kilómetros, tardando el trayecto un poco más de una hora, recorriendo en ella una ancha y clara carretera.

Nos quedamos en el sector de Playacar, el que estaba a unos 5 minutos en auto del pueblo, eligiendo por recomendación de Paula Córdova, nuestra agente en Cocha, el Iberostar Quetzal (www.iberostar.com/hoteles/riviera-maya/iberostar-quetzal),  un resort de tomo y lomo, que no tenía ninguna pretensión diferente a un all inclusive clásico, respondiendo totalmente a la expectativa.


Después de un check in medio tedioso y la asignación de la mítica pulsera resorteña - que durante tanto tiempo me resistí a vestir - nos asignaron nuestra habitación muy floreada, pero fresca y con un balcón que permitía una vista verde y amplia.




Almorzamos bastante ligero en el restaurante de la playa Palapa Uxmal,  y salimos a recorrer un poco los alrededores y dependencias del Hotel, la playa preciosa y la piscina con Bar Húmedo animadísimo, lleno de gringos mayores bien borrachitos, que conscientemente llevaban puestos sus flotadores: just in case ....





Decidimos aprovechar la luz del día y tomamos un taxi que nos llevó a la Quinta Avenida, la columna vertebral de Playa del Carmen, donde además de disfrutar su ritmo, que se iba animando progresivamente en la medida que iba avanzando la tarde, aprovechamos de cambiar dinero y de cotizar los tours que queríamos hacer durante los próximos cuatro días.




Caminamos al Puerto Principal, donde se sitúa el súper conocido Mister Frog´s, y donde salen todas las embarcaciones para visitar las islas cercanas.



... Y desde donde también pudimos disfrutar la linda vista a la playa, de aguas de un color soñado ...



Paseamos a ritmo tranquilo entre los cientos de tiendas de trajes de baño y sandalias, lindísimas aún cuando algunas estaban un poco fuera de nuestro presupuesto, siendo siempre invitadas por alguien a conocer un bar, un restaurante, un antro, o una agencia para venderte el tour que quisieras.




Después de visitar varias joyerías, de comprar unos vestidos lindísimos y versátiles, y de contratar nuestro tour a Chichen Itzá (en la agencia Cenote Azul, justo frente a esa iglesia, por consejo de mis amigos de www.losviajeros.com),  cayendo la noche decidimos regresar al hotel ...





Descansamos unos minutos después de acomodar nuestras compras y refrescarnos, y nos fuimos al Restaurante Cozumel, un bufete enorme, donde había comida para absolutamente todos los gustos, y para mi sorpresa bastante rica. 






Después de comer nos cambiamos al salón contiguo donde ya sonaba la música del team de animación, quienes instaban a los gringos borrachitos a seguir tomando cuanto tequila pudieran resistir, y a bailar coreografías imposibles como Dirty Dancing o Pulp Fiction, las que se empeñaban en imitar a pesar de los lamentables (y risibles resultados).

Un poco aburridas del tono del show, pasamos al Bar Tikal, donde nos animamos a probar las especialidades locales, ordenando un par de margaritas, que eran puro hielo, aunque igual quedamos felices  porque como hacía tanto calor servían al menos para refrescarse.

Caminamos un par de pasos y visitamos la discoteque La Máscara, muy grande, muy helada por el aire acondicionado y con un barman muy amigable que nos sentó en la barra y no paró de ofrecernos todas sus creaciones, desde el Margarita (demasiado suave), hasta el Mexican Flag, pasando por algunos tragos de su autoría, (uno muy bizarro con los colores del hombre araña) y el típico Tequila Reposado, con limón y sal, con los que dimos por cerrado el día para ir a descansar a nuestra habitación que nos esperaba fresca y floreada.


Hotel: Iberostar Quetzal. 
Guía: No hay

2 comentarios:

  1. Como me ha gustado esta entrada... me iría para allá ahora mismito. Además me muero de ganas por conocer Chichén Itza!

    Un besito,

    Trini
    http://yoadoroviajar.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Gracias Trini !!! ... México a mi me encantó, tiene historia, música, sabores, colores y la gente más amable, yo también me iría ya mismo !!!

    Un saludo desde Viña del Mar :)

    ResponderEliminar