Tomamos desayuno largo y con muchísimo tiempo para poder disfrutar del bufete del Hotel Vinh Hungh, y de su estupenda terraza con vista al río que apaciguaba toda la escena.
Apenas terminamos el check out (cuenta muy barata) llegó el taxi que por 20 US, nos condujo los 45 kilómetros que nos separan de Da Nang, previa despedida de los recepcionistas quienes nos acompañaron sonriendo y moviendo sus manos diciéndonos adiós hasta el portón del hotel.
Llegamos al aeropuerto a la hora, pero el vuelo se retrasó, así que aprovechamos wi fi gratis para estudiar un poco la historia de Ho Chi Minh, sorprendiéndonos el hecho que nuestro Víctor Jara, le haya dedicado la canción "El Derecho de Vivir" y nosotras habiéndola escuchado no hicimos la conexión hasta ahora.
El vuelo a Ho Chi Minh, ex Saigón, es muy breve (no recuerdo exactamente el precio, pero los tramos Hanoi/ Da Nang/ Ho Chi Minh, salió en total por cada una 195 dólares en Vietnam Airlines), llegamos al Aeropuerto y tomamos un taxi de pre pago que por 11 dólares nos dejó en el distrito 1.
El Hotel Majestic (www.majesticsaigon.com.vn) lo elegimos por su ubicación e historia. Es uno de los hoteles más tradicionales de la ciudad del tiempo del protectorado (1929) y donde además transcurren algunas de las historias del Americano Impasible de Graham Green. No sobra decir que en nuestra decisión pesó también www.booking.com, donde encontramos una oferta estupenda non refundable. (360 dólares, tres noches, habitación doble, con vista al río).
La habitación era preciosa, el piso de madera y una vista bellísima, además de amenidades como agua mineral, bata y pantuflas y una tarjeta que nos deseaba las buenas noches con una pequeña flor y chocolates.
Una vez acomodadas en la habitación, salimos a recorrer el maravilloso distrito, con sus calles engalanadas al máximo por la fiesta del TET que se celebraba al día siguiente, llena de flores amarillas y rosadas y de luces.
Es muy fácil recorrer la ciudad, a cada paso se van descubriendo ante uno las maravillas de la arquitectura y edificios históricos de influencia Europea y que cobraron relevancia en el tiempo de la guerra con Estados Unidos.
Almorzamos en un restaurante bellísimo Green Garden, muy cerca del hotel, donde ordené Fried Noodle Chicken, con la porción justa de picante, intentando adquirir maestría con los palillos, prueba que pasé bastante digna.
Seguimos la caminata donde además de bellos edificios, hallamos esta manicurista con su salón en plena vereda…
Así empezamos a recoger postales por la calle Le Loi, empezando por el hermoso Palacio de la Opera...
Y encontramos el hotel Continental, que sirvió de locación para que Catherine De Neuve sostuviera sus reuniones en la película Indochina…
Paseamos por fuera centros comerciales de lujo (apareciendo de nuevo la contradicción política económica) que además servían de locación para que las jóvenes muy arregladas se sacaran fotos.
Llegamos a la Sede del Ayuntamiento, o Comité Popular, frente al hotel Rex, donde nos recibe una estatua de Ho Chi Minh, con la placa que lo inmortaliza como el Tío Ho- líder en honor al cual se modificó el nombre de la ciudad Saigón, otorgado por los Franceses- honrando así su protagonismo en la independencia y posterior unificación del país, ratificando, como había puesto en otros post que es y será la figura - alma del país hasta nuestros días.
Avanzamos un par de cuadras hasta la iglesia de Notre Dame, de la más clara influencia francesa y la razón porque aún haya población católica en este país mayormente Budista, se va viendo así en la ciudad a cada paso las huellas del paso del protectorado que se extendió desde 1859 hasta 1954.
El interior de la iglesia es muy sencillo, dedicado a la Inmaculada Concepción, y a esa hora se celebraba misa, así que miramos desde atrás respetuosas los ritos y nos retiramos.
Sólo cruzando la calle está la Oficina de Correos, que parece verdaderamente trasladar a otra época, y que fue levantada por el mismísimo Eiffel.
También presidida por Ho Chi Minh y aparentemente ajena al dominio del world wide web, tan sólo ingresando dan ganas de ponerse a escribir, pegar la estampilla, pesar la postal y enviarla a los seres queridos tal como lo hicieron los viajeros de antaño (aunque la que envié a mi oficina llegó un mes después y la recibí yo misma).
Dentro del edificio además funciona un pequeño mercado con souvenirs a precios muy convenientes, especialmente yo me entusiasme con unos pinches Carey ( o imitación) y con una abanico pintado a mano porque hacía muchísimo calor.
Cruzamos un parque muy lindo hacia el Palacio de la Reunificación, imagen mítica de la derrota de los gringos en Abril de 1975, cuando un tanque nor vietnamita lo derribó sellando su digno triunfo y finalizando la guerra.
Desafortunadamente para nosotras estaba en horario pre TET por lo que cerraron antes de los normal (16:30) y tuvimos sólo que conformarnos con verlo por fuera y fotografiar la mítica puerta y sus bellos exteriores también engalanados con ocasión de la fiesta de año nuevo.
Caminamos nuevamente por calles menos transitadas hacia el ayuntamiento donde empezaba un paseo peatonal bellísimo - Nguyen Hue - que nos invitaba a pasear entre flores, globos, lámparas de género y barcos, que representaban imágenes y pasajes de la vida diaria de todo el país.
Nos recibieron las serpientes, cuyo año se iniciaría al cambio de la fase lunar del día siguente, que nos invitaban a cambiar la piel y a re inventarnos para vivir este año que se auguraba muy próspero en lo económico.
Avanzamos entre la multitud intentando registrar los colores y las bellísimas formas que lograban disponiendo las flores.
Continuamos nuestro paseo visitando algunas tiendas y observando algunos personajes que hacían su trabajo, mayormente en escritura y pintura, fascinadas con la precisión y la belleza del resultado.
Regresamos al hotel para descansar un poco, disfrutar de la vista hermosa de nuestra habitación y diseñar el resto de la jornada.
Bajamos a la recepción a planificar un par de paseos, pero la agencia que funciona en el lobby tenía 50% de recargo por TET, así que tuvimos que salir nuevamente a buscar: segundo intento, agencia exclusiva para japoneses; tercer intento encontramos una muy buena, con súper buen precio, aunque nos dieron la mala noticia que Cu Chi Tunnels estarían cerrados también por la fecha, pero nuestro paseo al Delta del Mekong estaba parcialmente asegurado, felices pagamos el precio que nos pareció bastante correcto.
Regresamos al hotel con suficiente calor para ir a la piscina, lo que se frustró uno porque volaban algunos murciélagos sobre la piscina y dos porque el SPA estaba cerrado por las fiestas, funcionando solo Manicure y peluquería que intentó Mariela con poco éxito, porque mejor pinto yo las uñas y no le cobro.
Nos restó luego de nuestra frustrada incursión de wellness, sólo elegir restaurante dentro del hotel para ir a comer- ya los habíamos recorrido todos para decidir en cual celebraríamos al día siguiente la fiesta del TET-, así que elegimos M Bar con una vista espectacular al movimiento de la calle y el río, donde transitaban varias embarcaciones donde servían cena con baile en cubierta resonando la música hasta nuestra terraza.
Pedimos un par de Mojitos, correctos, y repasamos con el garzón las palabras básicas del Vietnamita, para decir gracias (Cam on) y saludar (Xin Chao), y otras que ya olvidé … y no por el trago, porque estaba bastante suave.
Subimos nuevamente a la habitación donde nos esperaba una tarjeta de la Bella Durmiente, una flor bella, un chocolate y nuestras camitas abiertas para descansar y disfrutar de las más suaves sábanas que facilitaron mi sueño, porque apenas me acosté caí rendida.
Hotel: Majestic Saigón.
Paseo: Recorrer la ciudad a pie.
Que entrada más chula... las fotos son geniales y lo explicas muy bien.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de visitar Vietnan, así que tomo nota.
Un saludo,
Trini
http://yoadoroviajar.blogspot.com