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sábado, 4 de febrero de 2012

Día 2: Recorriendo Sultanhamet

La trasnochada nos pasó la cuenta y bajamos tardísimo a desayunar, a pesar de ya estar pasadas en la hora y gracias a Yusef, nos sirvieron igual nuestro desayuno al más puro estilo Turco, el que incluyó jugo, café, pan,  queso crema, huevo, pepinos, tomate y algo de fruta picada...


Ya listas para recorrer la ciudad cruzamos la calle, la plaza y  caminamos ahí estaba Magnífica Hagia Sofía... imponente y hermosa. Hicimos la fila, pagamos la entrada (20 TL) y derecho a maravillarnos ...

Santa Sofía fue erigida en el año 537 y fue la principal Basílica de Constantinopla hasta la invasión Otomana, época en la que fue convertida en Mezquita, sufriendo modificaciones en la estructura, con la inclusión de minaretes. En el año 1935 fue transformada en museo. 




Desde que se ingresa a ella se puede sentir su señorío, realmente parece inconmensurable... las lámparas parecen flotar en el cielo, colgadas por hilos invisibles, de hecho todos los humanos nos veíamos pequeñísimos...

En los murales se nota exactamente el uso que se le dio a través de los siglos: la Virgen María preside una de las cúpulas mayores y los mosaicos Bizantinos de Santos Ortodoxos, contrastan con paneles escritos en Árabe que honran a Alá.

Vimos la puerta de mármol, y pudimos admirar los arcos pintados con delicados colores amarillos y azules, con visos dorados, nos parecía increíble que a pesar de los años sigan brillando ... pudimos respirar la historia .... que no dejaba de venirse encima, considerando además que nosotras venimos de un país joven, donde el edificio más antiguo data de época posterior al descubrimiento en 1542.




Encontramos a la salida, la columna de los deseos: la costumbre manda que se de la vuelta en el orificio dentro de la placa de Bronce con el dedo pulgar en un movimiento, manteniendo los pies en la misma posición,  y ganaste un deseo ! ... Una turistada ...


Saliendo de allí cruzamos la calle hacia Sultanhamet Square desde se obtenían las más lindas vistas del museo y de la Mezquita Azul.


Seguimos nuestro recorrido hacia La Basílica Cisterna o Yerbatan Sarnici que data de 532 y fue construida durante la vigencia del Imperio Bizantino, para ponerse a recaudo y conservar agua en el caso que los invasores destruyeran el acueducto que abastecía la ciudad. (Entrada 10 LT)




Dentro del llamado "Palacio sumergido", reina la luz tenue y la música suave,  los 9.800 mts2 están llenos de columnas de diferentes estilos y bajo la capa de agua que aún mantiene nadan apacibles peces... Hay una fuente de deseos también que hay que alimentar con monedas ... otro pedido garantizado !


En la zona más alejada de la puerta se encuentran dos columnas en cuya base hay dos medusas, si bien el origen es desconocido, se cree que fueron trasladadas de alguna ruina romana, se les puso de cabeza y de costado para neutralizar los poderes que éstas tenían de petrificar a quienes la miraban ...



Terminada esa visita volvimos a cruzar la calle y fuimos a la Mezquita Azul, cuya estructura claramente se inspira en Hagia Sofía, data de 1603 y fue construida en pleno Imperio Otomano, con seis minaretes, igual que la Mezquita principal de La Meca y en cuyo interior descansan los restos de Sultán Hamet.


La entrada es gratis, debimos cubrirnos la cabeza con una pañuelo y quitarnos los zapatos, pero nos dieron una bolsa para guardarlos.


Una vez que hicimos la fila entramos y quedamos maravilladas por su imponencia y belleza, los colores del techo brillaban ese día y han brillado a través de los años ... el área de visitas rodea la zona de oración,  tapizada con una alfombra mullida y presidida por una gran lámpara que parecía flotar... a esa hora bullía de visitantes, todos coexistiendo con total respeto con los fieles, quienes previa ablución ingresaban a cumplir con una de sus cinco oraciones diarias.

Se dice que los mosaicos que están en su interior se componen de 20.000 piezas traídas desde todas partes del país... realmente fue un privilegio poder presenciar algo así... y había que dar gracias a Dios, quien crea uno que es, por tener esta oportunidad...



Saliendo de allí nos encontramos con el personaje más famoso de cómic Turco que nosotras confundimos con una versión oriental del viejo pascuero ....


Continuamos la caminata, pero ya teníamos hambre así que nos fuimos bajando por la calle del Tranvía hacia Gullhane Park y quedamos pegadas en una de las vitrinas donde se exhibían coquetas las delicias Turcas, seductoras ... no pudimos hacer más que ingresar.







Yo ordené Kadef (piezas de algo parecido a la masa philo enrollada, rellena de pistacho, avellanas, castañas de caju o almendras caramelizadas), cada una a 2.5 LT y Braklava por 3 LT, acompañado por un café Turco de gusto intenso y borra espesa por 6 LT, servida en una linda tasa adornada con Tulipanes, mi amiga siguió la sugerencia del dependiente que estaba detrás del mostrador, quien le armó un plato con champignones con eneldo fresco, espinacas a la crema y Kofte por algo más de 40 LT .




Ya repuestas seguimos caminando a un lado de la linea del Tram y aprovechamos de vitrinear por las tiendas del sector de Sirkeci, donde compramos unos pantalones de algodón turco por 40 LT, que nos acompañaron durante todo el viaje ... (el modelo de moda es el Alibabá, abombachados de tiro muy alto, nosotras elegimos el de tiro normal).

Llegamos luego de caminar unas cuadras a la mismísima estación de trenes Sirkeci, última parada del mítico Orient Express que durante el siglo XIX condujo a dignos pasajeros desde Londres a este rincón del Oriente.


La estación está en reparaciones, pero aún así da cuenta de un pasado de ensueño ...




Seguimos caminando y cruzamos Kennedy Caddesi ya entrando al bullente Barrio de Eminonu y enfrentándonos de lleno con el Bósforo, que corre entre el Marmara y el Mar Negro y que se descubría hiperkinético frente a nosotras.



En esa porción se ubican todos los puertos de ferrys que conectan con el lado Asiático de Uskudar y también con Kabatas y Besiktas, albergando también a muchísimos pescadores en plena actividad.





Paseamos tranquilas por esa costanera, observando Yeni Cami o la Mezquita Nueva y divisando a lo lejos la de Suleiman el Magnífico... y cruzamos el Puente Gálata que divide el Bosforo del Cuerno Dorado ... en ese minuto se hacían reales y patentes para mi todas las descripciones que hizo Orhan Pammuk en "Estambul, ciudad y recuerdos".





Cruzando el puente, lleno de restoranes fancy y de sandwich de pescado frito por 5 LT, entramos al Barrio Karaköy y caminamos hacia la zona de la Torre Gálata .... subimos por unas escaleras largas, y por calles estrechas en subida, llena de tiendas de diseño independiente y de ropa de algodón (Pammuk).

La torre se impone con sus 61 metros, data de  1348 y fue usada como defensa, cárcel y atalaya ... hoy en día permite las mejores vistas panorámicas de la ciudad y del tránsito non stop de todo tipo de embarcaciones.

La entrada 11 LT.




Rodeando su corredor obtuvimos las más lindas vistas de la ciudad antigua ... y en 360º todas sus maravillas. 







Ya anochecía en nuestro día agitado .... así que comenzamos a  bajar en total calma, deteniéndonos por un jugo de Granada fresco y de sabor intenso por 5 LT.... 




Para regresar a Sultanhamet tomamos el Traim previo pago de 2 LT que costaba el Jeton y nos dejó a dos cuadras de nuestro hotel... subimos de inmediato a la terraza para admirar el panorama nocturno ... Breathtaking !!! ... ese día había luna llena, lo que hizo aún más dramático el panorama ....   una maravilla !




Descansamos un par de minutos y nos dirigimos a nuestra próxima parada: el baño Turco !!! ... toda una experiencia.

Elegimos Çemberlitas, que data de 1584, por ser uno de los más tradicionales de Estambul, atiende desde las 06:00 horas y las 24:00 horas, en porciones separadas para hombres y mujeres.

Previo  pago de 35 euros obtuvimos el servicio tradicional, más una mascarilla de barro para el rostro.

Una vez dentro te asignan un vestidor y un locker para guardar tus cosas y te entregan una toalla o Pestamal, sandalias, un calzón negro delicadamente envuelto y un kese (guante exfoliante) y te hacen ingresar a una sala donde hay un circulo enorme de mármol donde hay que esperar tumbada a que te llame la encargada.





Cuando llega tu hora la mujer a tu cargo revisa tu ficha para distinguir el servicio que contrataste y comienza a dar las instrucciones; te indica cuando voltear, cuando sentarte, te moja con unos cuencos de agua tibia y caliente y luego te frota enérgicamente con una bolsa de género por la que sale espuma, luego te exfolia con el kese quitando toda impureza y te da un suave masaje ... todo ello como en 25 minutos ... luego de quedar limpia y relajada, te conduce a las fuentes donde se encarga de lavarte el pelo y peinarte, mientras entonaba una linda melodía  ... 

Agradecidas en el alma por ese regalo, nos fuimos al jacuzzi y luego a la ducha para nuestro facial ... llegó la encargada a aplicarnos barro y ahí nos dejó hasta que se secara ... luego de nuevo a la ducha y a vestirse.

Con 10 años menos y con nuestra piel lustrosa y relajada nos fuimos a cenar, siendo ya como las 11 de la noche ... elegimos en restaurante Cozy por la simpatía de sus garzones, quienes nos explicaron los platos, el idioma y se ofrecieron para enseñarnos la ciudad ....

Ordenamos Donner Kebab y unos panqueques de pescado y eneldo, más un vino blanco,  ninguno de los tres tan buenos... la cuenta 80 LT...

Llegamos al hotel caminando tranquilas después del día tan agitado con nuestra lista chequeada (delicias turcas, café Turco y baño Turco), felices y agradecidas y admirando Hagia Sofia con la luna llena... podría haber algo mejor ? ....

3 comentarios:

  1. ¡Ay! ¡Baño turco! ¡Quién pudiera meterse ahora mismo un tratamiento de esos...! jejeje
    Menudo día más bien aprovechado. No parasteis, ¿eh?
    Un saludo

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  2. Gracias Helena !!!! Siempre es necesario un minuto de relajo así !!!!
    Saludos para ti !!! y gracias por pasar a leer .... :)

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