Teniendo a Toledo como base de operaciones por un mes, y considerando que las clases de la universidad terminaban los viernes a las 14:30, cada fin de semana partía rauda a algún destino que AVE me permitiera llegar en no más de 3 horas.
Como siempre Barcelona es una buena opción y mi amigo Catalán favorito estaba libre, decidí visitar la Ciutat Comtal por segunda vez. (La primera había sido en 2009, ocasión en que estuve una semana recorriendo con mi amigo Gonzalo que completaba su doctorado, y la tercera en 2017 cuando volví a acompañar a la Máster Mariela a terminar su temporada académica en su adorada Gracia).
Esta vez elegí para quedarme el Hesperia de Ramblas, al lado de la estación de metro Liceu, por precio y ubicación, 100% en la zona más turística, y que me permitía moverme caminando a mis sitios favoritos.
Está a pasos de La Rambla, que es la arteria-corazón de la porción más turística de la ciudad y que une la Plaza Cataluña con la Plaza Colón, ambas que re recorrí en esta visita, al mismo tiempo que visitaba todas las tiendas de Desigual, en busca de las segundas rebajas que estaban buenísimas.
También me quedaba de vecina la Placa Reial, que data del siglo XIX, y que está emplazada donde antes solía haber un convento, rodeada de bares que se iluminan por las noches y que la hacen encantadora.
Ya reunida con Ramón, fuimos a recorrer sus porciones favoritas de la ciudad; él tenía una programación que incluyó la noche del viernes y la tarde del sábado, quedándome un poco de tiempo también para andar "a mi aire" y visitar algunos sitios que quería ver como Port Vell y su Maremagnum.
En la noche del viernes nos fuimos al Born, barrio que en ese entonces estaba de lo más, con su remozado Centro cultural levantado donde antes funcionaba un próspero mercado.
El elegido fue Llamber, de comida Asturiana, donde comimos y bebimos de lo más, conversando que todo lo que había pasado en estos cuatro años desde que nos conocimos en India y paseamos por Nueva Delhi, con boda incluida.
La mañana del sábado, para mi partió con la turistada máxima de la visita a mi vecino Mercat de Sant Josep o simplemente la Boquería, a comer de las exquisitas ensaladas de fruta, y a sacar fotos de los mil colores que hay ahí.
Este Mercado, hoy sede turística, alimenta a todos desde 1836 y es sede del corazón turístico de la ciudad.
La ruta diseñada por Ramón para ese día fue caminar la ciudad y seguir conversando, nos saltamos los lugares más obvios que había ya visitado en mi primera vez (parece que con excepción del Palacio de la Música, en esa oportunidad logré ver todo lo esencial y más ....), y nos detuvimos en la imperdible Sagrada Familia donde estuvimos boca abierta descubriendo los nuevos detalles de la construcción, que había avanzado mucho, considerando las fotos que yo tenía de 2009.
La Basílica ya lleva más de 130 años en construcción desde la primera piedra, fue incluida como Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 2005 y proyecta estar terminada en 2026.
Sus colores brillan bajo el sol, y ahí se va distinguiendo la porción original, y la que se ha ido agregando a través de los años. La rodeamos completa sacando mil fotos tratando de imaginar la gran cabida que tendrá cuando esté lista.
Continuamos caminando ya de regreso hacia plaza Cataluña por Eixample, buscando mansiones para sacar fotos y seguir encantándonos con las bellezas del Passeig de Grácia.
Si obviamos la visita al interior de la Casa Milá y la Casa Batlló, ambas obras de Gaudí y ambas listadas como patrimonio Unesco, para aprovechar de seguir paseando y conversando.
Y ya en el Gotic, entramos Els 4 Gats, que también me repetí, esta vez para degustar el Bacalao de Islandia y cobrar la botella de Cava que había ganado en la apuesta la noche anterior y volver a probar la crema catalana con frutos rojos.
Este restaurante cuyo inicio original data de los últimos años del 1800, fue sede de grandes intelectuales y artistas, como Picasso, quien montó acá su primera exposición y el mismísimo Gaudí, hoy está en el circuito turístico, conservando el encanto no obstante ser restaurado en los años 70.
Ya separada de Ramón, prometido que nos encontraríamos nuevamente, esperemos antes de 4 años, empecé mi propia ruta de las rebajas, encontré muy buenas ofertas en mis¿ favorita de la ciudad Skunkfunk y también en Mango. En la noche volví a la Plaza Real, bien tranquila, me senté en Ocaña, a ver toda la entretenida onda pasar, con todas sus luces y color.
El domingo, previo desayuno en mi mismo hotel, me fui caminando hacia el mar, a la Plaza Colón y al Maremagnum, para visitar L´Aquarium,
El complejo está compuesto por el acuario y en centro comercial enorme, muchos restaurantes y una marina repleta de bellos yates.
El acuario es hermoso, aunque es una actividad para niños, me encantó haberlo visitado porque la estructura ya es bien hermosa, pero los habitantes aún más (el vídeo de la canción "Loco" de Andrés Calamaro está grabado aquí)
Habían mil peces de colores, tiburones, caballitos de Mar, y también toda una porción dedicada a la antártica y los pingüinos.
Caminé por el Port Vell, que es la parte más antigua del Puerto, tomé sol, porque acá es mucho más amigable el invierno que en Toledo, miré y descansé, mirando a los que hacían deporte o andaban en paseos familiares, en ritmo de domingo. Desde ahí, me quedé como la escultura flotante Mirastels, sólo mirando el cielo.
Regresé por el Gotic, donde solo recogí postales, pasé a hacer unas últimas compritas ...
Este barrio es de los más visitados de la ciudad y esconde su porción más antigua, incluyendo vestigios de la época romana, es sede de la gran Catedral, que es hermosa, pero que le roba protagonismo claramente la Sagrada Familia.
Por detrás está la calle del Obispo y el Pont del Bisbe, que une el Palau de la Generalitat y la casa dels Canonges, que es la más célebre postal de esta porción de la Ciudad, aunque data del 1928 y por lo tanto post post gótico.
Terminado mi recorrido de amistad, turismo y compras en rebaja, me devolví al hotel a buscar mi mochila y me trasladé a la Estación de Sants (donde habité la primera vez que visité la ciudad) a tomar el AVE de regreso a Madrid y a Toledo, para empezar una nueva semana de clases !
(Volvería a la ciudad en pleno verano de 2017 a recoger más postales, y descubrir nuevos lugares de esta ciudad y sus alrededores, que me encantan en cada oportunidad).
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