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sábado, 17 de noviembre de 2012

Día 41: Bienvenue a Tanger (desde Sevilla)

Este día me tocó madrugar, para alcanzar a armar mi pequeño bolso, tomar un café y partir a la Estación de Buses San Sebastián de Sevilla y alcanzar el bus que me conduciría a Tarifa, a orillas del Estrecho de Gibraltar.(Taxi 5 euros).

El pasaje lo compré en la misma estación por 19.5 euros.

A las 09:30 puntualmente salió el Bus de la línea COMES, que previo paso por Cadiz y Barbate, me dejó dos horas y media más tarde en la Garita (porque terminal no era) de Tarifa.

Apenas bajé  del bus tomé  ahí mismo un taxi, el que compartí con otros dos viajeros, dejándonos en el Puerto desde donde salen los Ferrys que cruzan a Marruecos (2 euros cada uno).


Llegamos al terminal cerca de las 13:00 horas, y me informaron que el próximo Ferry (FRS)  salía a las 13:30 hrs., así que compré el ticket con total tranquilidad y me senté paciente a esperar el llamado.

A la hora señalada comenzó el trámite de migración, que se hace en tierra para la salida de la Unión Europea y en alta mar para ingresar al Reino de Marruecos, con unos funcionarios que en perfecto Español se hacían los lindos.



La distancia entre puerto y puerto es de 15 kilómetros, tardando el trayecto exactos 35 minutos.

El ferry es enorme, tiene cafetería y Duty Free, y unas ventanas enormes que permiten ver todo cuanto pasa alrededor ...

Mi primera impresión de Tánger (bajo la lluvia en esos momentos)  desde el mar fue que lucía como una ciudad Mediterránea europea cualquiera y no como esas encantadoras y únicas ciudades del Sur que había recorrido dos años antes y de las que me había enamorado... (menos mal me equivoqué y tenía su encanto intacto). 



Recalados en el puerto desembarqué con expedición, por puro entusiasmo y me dirigí a la parada de Taxis, donde tuve que negociar con el conductor de un Grand Taxi el traslado a mi Riad, situado al interior de la Medina al lado del Museo del Kashba.

El conductor - Abdul - resultó ser un encanto, ubicaba perfecto Chile, porque había sido conductor personal durante dos años de nuestro querido Pintor Claudio Bravo, quien murió en Tánger en 2011, luego de haberlo elegido su lugar en el mundo ...  así que el trayecto, que tardó unos 10 minutos (4 euros), fue un agrado ... poca distancia en metros, pues parece que en realidad fue un viaje al pasado ...



Llegué a mi alojamiento, le Chambres d`Hótes Maison Hassani (www.maison-hassani.com) que elegí sólo por las referencias de TripAdvisor, donde  fue calificado como el mejor alojamiento de la ciudad. La verdad es algo caro para los precios Marroquis, pero es encantador y vale la pena cada Dirham (45 euro con desayuno). 

Me recibió Nayat, la dueña de casa, junto con su hermana Fati, quienes fueron a buscar al vecino -  Medhi, un francés que hablaba Español- para entendernos mejor  y todos me condujeron a mi dormitorio que era realmente hermoso, la decoración era lindísima y mi cama redonda una verdadera novedad ...  


No obstante la lluvia que caía a esa hora decidí salir a recorrer la Medina, caminé bajando sin rumbo por los callejones y recovecos rodeados por pequeñas tiendas ... fascinada con lo  que iba descubriendo al doblar cada esquina.


Así media perdida encontré la Mezquita Grande y un mirador precioso que miraba al Mediterráneo y al Puerto ...



Creo que fue la misma Medina que me fue conduciendo hacia rincones encantadores, entre ellos la puerta de salida que conducía hacia la Ville Nouvelle ...



La Ciudad Nueva como tal comenzó a desarrollarse a contar de la llegada al poder de Mohammed VI en 1999, pues fue su proyecto personal rescatar el norte del país e instituirlo como destino turístico de categoría mundial y potencia portuaria, lo que ha llevado a la ciudad a ser nombrada como el Saint Tropez de Marruecos (según Travel and Leisure) rescatando su antiguo esplendor pre sesentero.

Recorrí parte de la avenida Mohammed VI, pero como esa hora ya llovía,  intenté apurar el paso para llegar desde abajo a Mohammed V o Avenue Pasteur, a la Place de France y al mítico Café Paris, definido tradicionalmente como un refugio para literatos expatriados de la talla de Paul Bowls, quienes eligieron al igual que nuestro afamado pintor esta ciudad como "su" lugar ...


Este  lugar literalmente es de otra época (como toda la ciudad para mi gusto), sentada ahí pude ver al mundo pasar por fuera y también transcurrir dentro frente a mis ojos, estaba lleno de hombres tomando té, fumando y hablando de cosas importantes, que yo no supe comprender, pero detrás de ellos y del humo había una señora muy mayor y muy arreglada sentada leyendo un libro ... si ya es raro ver mujeres en los cafés de Marruecos, ver a una sola es un evento; me imaginé a mi misma en unos años más y esperé de corazón que se repitiera esa imagen ... y que fuera yo la anciana que lee tranquila, mientras una más joven descubre el mundo a su propia manera ... estaba en eso cuando hicimos contacto visual, nos sonreímos y fue como si  hubiésemos estado pensando lo mismo ...

Pedí una teterita de te a la Menta (9 Dirhams) que me sirvieron con la gracia y rigor Marroquì y yo me quedé feliz refugiada de la lluvia y viendo a los demás mojarse ...


Cuando amainó la lluvia salí a recorrer de regreso caminando por la Rue de la Libertè, y nuevamente la ciudad me condujo a al mítico Hotel El Minzah, al Petit Socco o mercado de Frutas y Verduras (muy barato),  y al Grand Socco, ya adentrado en la Medina .



Recorrí tranquila sus recovecos y me fui encontrando (guiada por el olor a pan) con los hornos que funcionaban a plena actividad (pensaba para mis adentros que debía haber un Hamman cerca ... pues siempre es así) y llegué al área más comercial que bullía de actividad aún bajo la lluvia.

Las tiendas estaban llenas de artículos de cuero, ropa, piedras, joyas y artículos de belleza, que son mis favoritos; así que estuve largo rato probando ungüentos y pomadas hechas a base de Rosas y Azahares, además de los productos ya conocidos que compré para mi baño como Gasshoul, Savon Noir y Aceite de Argán, el oro de Marruecos, que tiene mi pelo brillante e hidratado hasta hoy. (80 dirhams, 100 ml.)




Terminadas mis compras seguí recorriendo, hasta que empezó la lluvia de nuevo y en dos minutos convirtió en río los pasajes y escaleras que me separaban del Riad, así que llegué empapada ... por lo que no me quedó otra que inaugurar mis nuevos productos y llenar la tina de mi baño, redonda y honda, con agua calientita y relajarme  ...



Una vez seca y abrigada crucé mi callejón para visitar otro mítico de la era Hippie, el café Baba, (Best cafe in Medina). Compré sólo agua, pero me quedé un largo rato, disfrutando del ambiente, lleno de humo y de gente.

La persona que me atendió con mucho orgullo me contó que los mismísimos Rolling Stones lo visitaron en el año 1965 y que a través de los años ha seguido recibiendo a todos los bohemios, mayormente jóvenes (pero aquí si habían varias mujeres) los que han  hecho al café "su" lugar ...

De regreso pasé a conversar con las hermanitas a la cocina de la casa - Daniel, el otro dueño andaba de viaje en Francia - quienes me brindaron Te a la menta y unos Gateaux deliciosos, ellas no hablaban inglés, ni yo árabe, pero nos logramos comunicar igual, con una palabra en inglés, una en español, otra en francés y Google Traductor ... así que reímos de buena gana hasta tarde en la noche ...

Me fui feliz y relajada a mi pieza de cuento, que estaba calientita porque las chicas habían encendido el calefactor, y  pensé acurrucada en mi cama redonda, hasta que me quedé dormida cual será mi lugar en el mundo ....  creo que Marruecos ....


Dato: 1 euro = 11.6 Dirhams.




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