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domingo, 1 de abril de 2012

Día 9: Mi primer día en India. Nueva Delhi, 19 de Octubre de 2011

Después de un vuelo tranquilo de 5 horas de duración desde Estambul, llegué al Aeropuerto Indira Gandhi, sana y salva.

No podía esperar más para salir a conocer ... pero también estaba nerviosa por mi encuentro con Mahendra Singh, el guía con quien había pactado meses antes todo vía correo electrónico (msshayam93@gmail.com)... no sabía si iba a llegar o no, o si todo estaba coordinado, además porque mi vuelo tardó 2 horas más de lo esperado. (En Estambul todo el aeropuerto estaba congestionado y los vuelos demorados por alto tráfico).

El aeropuerto Indira Ghandi es inmenso, luce nuevo y muy bien decorado, los baños están limpios y hay bastantes.

El  check point de migración está enmarcado por unas manos inmensas que hacían mudras, fue bonito verlos e identificarlos mientras hacía la fila; el control fue rápido, los agentes muy cordiales, revisaron mi Visa, bromearon por el nombre de mi país: Chili, is spicy! ...  y Namasté, bienvenida a Delhi. 

http://buddhistartnews.wordpress.com/2010/08/22/qa-delhi-airport’s-‘hands’-sculpture/

Luego de recoger mi mochila, cambiar algo de dinero en Thomas Cook, que tiene una comisión de 2 euros  (1 euro = 63 Rupias)  partí... y ahí estaba Mahendra, como me lo había prometido 4 meses antes ...

Nada más salí del terminal y empecé a oler y sentir la ciudad ... olía a maní tostado, que se convirtió en mi olor favorito desde ese momento.

Caminamos a recoger el auto y partimos a la ciudad distante a 25 minutos... estuve todo el camino con los ojos abiertos a más no poder para no perderme detalle, acostumbrándome a la conducción por la izquierda ... eran las 6 de la mañana, así que con las luces del amanecer ya pude empezar a medir los contrastes, desde la ciudad industrial, pasando por chabolas, hasta el barrio de las embajadas en nueva Delhi, adornado por verdes y cuidados jardines ... llegamos al hotel situado en el barrio cercano a la estación de trenes.

El Hotel Godwin Deluxe es muy lindo, aun cuando está situado en una calle que parece bombardeada ...  es increíble la diferencia interior/exterior... El staff hizo lo imposible para hacer mi estadía inolvidable, me brindaron chai (te con leche espaciado), ofrecieron lavandería por un precio de broma y casi me dejaron acostada y tapada. Lo único malo fue el largo proceso registro, además de copiar el pasaporte y la visa tuve que firmar y llenar dos formularios y un libro enorme, trámite que sería la tónica en cada hotel que me hospedé de aquí en adelante.

Mi dormitorio era un sueño, muy moderno, con cortinas a control,aire y amenidades y ducha con hidromasaje.


Me acosté y dormí de inmediato porque tenía sólo 3 horas antes de empezar con el plan para ese día y a las 10:00 de la mañana, luego de haber disfrutado del desayuno que brinda el Hotel, que incluía distintos guisos salados que no probé, omellettes, pan y fruta, partimos con el chofer que Mahendra me designó para ese día, Singh (sí, igual que Mahendra).

Partimos por el Fuerte Rojo, previo paso por Old Delhi ... Singh me dejó ahí y me dijo en un inglés muy básico, te espero acá (en el estacionamiento),  vas visitar el Fuerte Rojo y también a la Mezquita Jami Masjid (Mezquita del Viernes) que se avistaba a un par de kilómetros ... yo obedecí, medio desconfiada, sola frente a la ciudad: Tranquila! me dije y partí la caminata.


Aqui me separé del Conductor


Había ahí un parque que rodea al Fuerte, se supone que uno puede acortar el camino cruzándolo,  pero estaba cerrado! ... caminé hasta que pude dar con la entrada principal al Fuerte y caminé hacia la avenida, que a simple vista era im-po-si-ble cruzar: eran como 5 pistas "oficiales" por lado, pero eran usadas dos por una, por tuc tucs, bici, motos, micros, autos, etc, etc ... justo ahí había una parada de ciclo rickshaws, así que me decidí a contratar a uno, aunque sea para cruzar la calle ... el hombre ofreció llevarme a la Mezquita por 10 Rupias, yo desconfiada por la "ganga" preguntaba y preguntaba sobre la veracidad del precio, pero el hombre insistía que eran 10 (me mostraba los dedos) y en rupias, no euros ni dólares, así que accedí.



El ritmo de la bicicleta es el preciso para ir viendo todo y no perderse detalle, pero es un esfuerzo demasiado grande, considerando el calor, el tráfico y la contaminación del aire y acústica, creo que no hay rupia que compense ese trabajo y desde ahí me prometí no volver a abordar uno.


Llegamos a la Mezquita unos minutos más tarde, pagué mi entrada 200 rupias y debí dejar mis zapatos y además calzarme un kaftan psicodélico; yo llevaba los hombros tapados y un pañuelo para taparme el pelo, pero me dijeron que no podía revelar piel, así que me lo calzara ... de hecho hasta los hombres que vestían shorts, tenían que ponerselo encima como pareo.




La Mezquita es impresionante, es abierta y una de las más grande de India con capacidad para 25.000 fieles, conforme me contaron y data de 1656, siendo un centro importante de peregrinación, por cuanto alberga reliquias del profeta Mohamed.

Fue ordenada construir por Sahah Jahan y es fiel reflejo del arte y arquitectura del Imperio Mogol.



Se puede subir a uno de sus minaretes -pagando por ello por supuesto (100 rupias) - antes de las 12:00 horas, cuando empieza el culto, yo llegué justo a esa hora, así que no pude ascender los 139 peldaños que permiten una vista magnífica hacia el Fuerte Rojo y la Antigua Delhi.



A la salida me esperaba el Hombre del Rickshaw, y ofreció llevarme de regreso al Fuerte a lo que accedí, aunque esta vez me paseó por los recovecos de Chandni Chowk, uno de los mercados más grandes de Delhi... y de hecho se molestó un poco cuando no acepté bajar (pensaba que mi conductor "oficial" me iba a dejar ahí si me demoraba mucho... es que era mi primer día no sabía bien como funcionaba ...) ... el ciclista me preguntaba a cada rato: Pashmina?, clothes?, shoes?, jewerly ? y cada vez la respuesta fue la misma: Red Fort, please !!!

De todas formas me hice una idea del Mercado de 2 kilómetros de extensión... una verdadera locura!; vendían por igual pósters de deidades Hindu, estrellas de Bollywood y de guaguas adornadas, sobre adornadas, muy kitsch. Pasamos también y admiramos los pasajes donde vendían zapatos, telas y donde funcionaban  las imprentas, y así llegamos por fin al Fuerte. 





Al momento de la cuenta, había subido ya a 150 rupias ... la verdad por el esfuerzo yo le habría pagado 500, pero tradición manda y debí negociarlas ... terminamos cerrando el trato en 100 rupias, yo feliz, el no tanto al parecer ...



Entré al Fuerte Rojo o Lal Quilla,  patrimonio de la Humanidad desde 2007, y cuya construcción fue iniciada en 1638 ... lo hice desde luego por la puerta de Lahore, que preside todas las celebraciones militares y políticas del país.


Puerta de Lahore.

Dentro del recinto amurallado se encuentran varias edificaciones separadas entre sí, me recibe el mercado, donde pude comprar unos collares de Amatista por 50 rupias ... una maravilla.

Ya adentrada en los cuidadísimos jardines encontré el Diwan i am, donde el Emperador recibía en audiencia pública a quien quisiera pedirle algo. 


El fuerte no sólo es visitado por extranjeros sino también por nacionales, quienes por política de Gobierno, pagan un valor equivalente al 10% de la entrada turística, las que asciende a 250 rupias para los sitios Patrimonio de la Humanidad incluidos en Archaeological Survey of India.

Continué mi paseo por los pabellones que alguna vez estuvieron conectados también por pequeños cursos de agua, se dice que este sitio fue erigido a semejanza del paraíso, tal cual dispone el Corán...






Visité también Moti Masjid (Mezquita de la Perla) y varias Mezquitas más pequeñas, al igual que pequeños palacios y el Hamman (baño Turco), todos finamente decorados con incrustaciones de piedras de colores en mármol, lo que sería la tónica de todas las construcciones del periodo Mogol que vería más adelante.




Caminé tranquila oliendo el aroma del pasto recién cortado y maravillada con las pequeñas ardillas que corrían como locas por los prados.


... Y de nuevo paré por Diwan I Am para ver al mundo pasar... a contar si era verdad que tenía 60 columnas (efectivamente estaban todas), aprovechando además la sombra, un bien escaso a esa hora cuando el sol empezaba a alzarse.


Salí de ahí y caminé hacia otra de las 6 puertas del Fuerte, y encontré a mi conductor... pensé en ese momento que debería haber anotado la patente del auto, porque eran todos Tata Índigo Blanco... pero no tuve problema en hallarlo cada vez.



Desde allí nos movimos hacia una de las orillas del río Yamuna donde se ubica el Raj Ghat, que marca el lugar exacto donde Mahatma Gandhi fue incinerado en 1948 después de su asesinato.



El memorial está dentro de un parque precioso donde hay que entrar descalzo y está lleno de niños, dando la impresión que es parada de paseos escolares...


En medio del altar de mármol negro, hay una llama eterna y la frase "Oh Ram", que pronunció justo antes de morir... está adornada con flores e incienso.

En el lugar se percibe una sensación de paz increíble considerando el caos de la ciudad afuera... como si fuera el alma del Mahatma la que lo dotara de la mesura y tranquilidad que demostró en su vida 



A la salida ya fue todo un desorden, porque los niños que paseaban por ahí me pedían que les sacara fotos y sacarse fotos conmigo, así que me costó salir ... y eso que yo soy morena, me refiero a no muy diferente al tono de ellos ... todos sonreían felices y la verdad yo también, porque de lo contrario tendría que haber sacado esas fotos " a la mala" ... Quedé impresionada con los ojos maravillosos y vivos de los niños, quienes con curiosidad y bien espontáneamente me preguntaban de donde era, mi profesión y si era soltera.



Desde ahí y previo haberme comprado una Pepsi de 500 ml y un agua mineral de 1 litro por 50 rupias, partimos a nuestra siguiente parada: la tumba de Humayun, también Patrimonio de la Humanidad desde 1993.



Fue construida en 1565, también en arenisca Roja, bajo perfecta simetría y alberga los restos del Segundo Emperador Mogol.


Se dice que esta tumba jardín es la precursora del mismísimo Taj Mahal y es tan importante que es la foto principal de mi guía de la India del País Aguilar.


Previo pago de 250 rupias pude ingresar y disfrutar de la maravillosa arquitectura, la perfección de sus formas y de sus celosías finamente talladas.  



... y de lo bien cuidado de los Jardines... siempre me dio la impresión que había alguien, podando una rama, o cortando un pasto fuera del limite.





Saliendo de ahí avanzamos un poco y llegamos al célebre Rajpath, donde se sitúa la Puerta de la India, erigida en 1921 en memoria de los soldados Indios caídos en la Primera Guerra Mundial, encontrándose bajo ella las llamas eternas que honra al Soldado Inmortal, y a los caídos en la guerra con Pakistán en 1971.

Como es un lugar propiamente turístico el comercio ebullía ... primero los fotógrafos (que vendían la impresión instantánea) y luego las tatuadoras de Henna, y vendedoras de souvenirs, además de los puestos de comidas y helados, por cuanto al lado está el Parque de los Niños. 




Partimos de nuevo hacia Vijay Chowk, donde encontramos los edificios públicos, el Secretariat y el Parlamento.




La avenida larga y hermosa, rodeada por unos jardines muy bien conservados, se extiende hasta la Puerta de la casa Presidencial Rashtrapati Bhavan en Raisina Hill, la puerta de Hierro es la protagonista.



Y ya avanzada la tarde nos trasladamos al Templo Sij más importante de Delhi: Gurdwara Bangla Sahib, donde se encuentra guardado el libro sagrado de esta religión Guru Granth Sahib.

 

Para ingresar al Templo es mandatorio quitarse los zapatos, lavarse las manos y los pies en piletas dispuestas para ello y cubrirse el pelo con un pañuelo (tanto hombres como mujeres).




Dentro del templo el culto estaba en pleno desarrollo, me sentí muy afortunada de presenciarlo. Había tres hombres tocando música, y un hombre pasaba por detrás del libro Sagrado agitando unas grandes plumas, mientras los fieles estaban sentados en las alfombras en silencio.



Salí del templo, y por casualidad quedé en una fila para salir, donde me detuvo un hombre que me dio de comer un dulce parecido al mazapán, el que recibí sorprendida, me hizo una reverencia, la que respondí agradecida sin entender muy bien lo que había pasado.


Salí a mirar el estanque contiguo al templo el que dicen que tiene propiedades curativas... de hecho todo Sij que va allí se lleva agua consigo.... me quedé ahí tranquila esperando que el sol se pusiera, recuperé mis zapatos y volví al encuentro de mi conductor.



De regreso en el hotel quise salir un rato a recorrer los alrededores, pero anduve un par de cuadras y no me pude ubicar en el mapa, para determinar donde ir,  así que decidí regresar.

Vista hacia el techo de la linda escalera caracol.

Subí al roof top del hotel, al  restaurant, y pedí una cerveza Kingfisher para brindar por tan lindo día: un digno inicio de mi viaje por el Norte de India ... probé además el verdadero Naan con Paneer, partiendo tímidamente a probar los sabores locales ... para hacerme una idea...

Dormí cansada pero agradecida y expectante respecto de la aventura que partiría al día siguiente ... aprovechando las bondades de mi dormitorio... 

1 comentario:

  1. Pues un muy buen comienzo de viaje (pese al retraso del vuelo)...
    Saludos ;)

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