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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Día 20. Αθήνα και το Σούνιο (Atenas y Cabo Sounio)

El desayuno en el Hostel es muy relajado, te preparan huevos revueltos y todo el resto te lo debes servir tu, incluido el Capuchino y un jugo de naranja intolerablemente dulce!.

Salí a caminar la ciudad desde mi barrio Monastiraki, hacia Omonia Square, atravesando Psyri, el barrio más carretero de la ciudad, el estilo del barrio es neoclásico, pero no parece muy seguro, porque sin ser prejuiciosa, me pareció que los grupos parados en las esquinas eran dealer y no vecinos contándose las novedades del barrio... inquietante.

Pasé por el mercado de Atenas, llamado Agora, dividido en el mercado del pescado y de la carne, en éste, cada "puesto" es un carro iluminado con ruedas muy pulcro, sobre el pasillo hay pantallas Plasma pasando publicidad y afuera están los frutos secos a muy buenos precios 


Continué la caminata por la Avenida Atenas hacia la Plaza Omonia, situada en el corazón de la ciudad, tratándose del barrio más comercial que he visto hasta ahora, de hecho pasé a comprar unos discos, a buenos precios en la disquería Metropolis. Luego, seguí por la avenida Panepistimiou, que en cada cuadra tiene edificios más bellos, y la única iglesia católica que vi en la ciudad, dedicada a San Dionisio. Se puede apreciar ahí la perfección y belleza de tres edificios principales, la Universidad, la Academia y la Biblioteca Nacional.




Fuera de la casa de Moneda, pude encontrarme con la imagen del Euro Griego, en vivo, con un búho en uno de sus costados, símbolo de Palas Atenea o Minerva, representante de la Sabiduría. 


Llegué a la Plaza Syntagma o plateia Syntagmatos, donde se ubica el Parlamento Griego, justo al Cambio de guardia (a toda hora a la hora), los Evzones, soldados esbeltos, bellos y solemnes con pasos muy suaves, sincronizados y silenciosos parecen danzar, su atuendo es por decir lo menos llamativo, sobre todo los pompones de los zapatos que le quitan toda la marcialidad que su estupenda  facha merece. 





Luego de ese espectáculo tomé el bus 400 fuera de los Jardines Nacionales, frente a la Plaza, se trata de un sightseeing público  (5 euros el ticket, se compra en el mismo bus y dura 24 horas)  cuyo recorrido incluye las principales atracciones partiendo por el Museo Arqueológico, Kerameikos (cementerio antiguo), Thiseio ( mercado antiguo), Estadio Kalimarmaron (cuna de las primeras olimpiadas modernas), Plaka, Acropolis y Templo de Zeus, donde me bajé.




Atravesé la Puerta de Adriano, y caminé por Plaka, con la Acrópolis a mi lado y, previo almuerzo rápido y fresco con frappé (sandwich de pepino, con tomate, Feta cheese y jamón de pavo en pan integral, por 2.5 euro) llegué a la Plaza Syntagma de nuevo, en busca de la parada del bus KTEL, lo que no resultó fácil (el dato me lo dio la recepcionista del Hostel, para ahorrar contratar el tour). Lo importante era tomar el bus  (5.7 euro) no después de las 16:00 horas, porque hay que llegar a Cabo Sounio, a una hora y media de distancia, antes de la puesta de sol, que es el "must" de la visita.

Recorrimos los 65 km que separa el cabo de la capital, por la orilla del Golfo Sarónico ya en la región de Atica, y llegamos al Templo, 15 minutos antes que cerraran (17:30), e igual cobraron los 4 euros de entrada. Es un lugar muy solitario, aun cuando muy solemne, el templo me pareció más pequeño en realidad que cuando contaban en historia la leyenda de Egeo y Teseo, después que éste venció al Minotauro y olvidó izar las velas blancas de su barco, haciendo, con ese olvido, que su padre se lanzara al mar de tristeza y desesperación.





De regreso el viaje demoró más de tres horas por el intenso tráfico de las calles Atenienses, en la mañana me había parecido un caos, pero ahora ya fue demasiado, el bus me dejó en la mitad de la nada, menos mal que reconocí uno de los edificios que había visto en la mañana y me ubiqué, pude regresar caminando al hostel a descansar y ver más TV en Griego.

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