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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Día 24: Gizeh, Saqqara y Memphis.

El desayuno Egipcio es inquietante, en el buffette había porotos, una especie de pastel de papas, ensaladas, queso muy salado, pan sin sal, y lo usual, jugo, café y mermelada, más unos omelettes que preparaban ahí mismo, con lo que uno quisiera agregarle.

A las nueve de la mañana en punto ya estaba mi guía Rafa, esperándome para ir a las Pirámides, están muy cerca de la ciudad, a unos 15 minutos del hotel, (20 kms del Cairo) y se llega por la carretera de las Pirámides. Una vez ahí hay que pagar 60 LE, lo que da derecho a ver las tres pirámides y la Esfinge.

Partimos el recorrido admirando las tres maravillas, impresionantes y grandiosas, tal cual como las había imaginado desde niña, pero mucho más cerca de la ciudad de lo que pensaba.

Me contaba el guía que hay varias teorías para explicar el uso de las pirámides, unos creen que servían como tumbas, otros pensaban que eran templos, pero lo cierto es que las tres grandes pirámides de la meseta de Giza están distribuidas sobre el desierto de manera idéntica a como estaban las tres estrellas del cinturón de Orión,  según el ingeniero anglo egipcio Robert Bauval, Orión era el equivalente celestial del dios Osiris, y su cinturón era lo que los egipcios llamaban el Duat, una especie de "puerta" por la que el alma del faraón debía pasar para llegar al Amenti, o más allá. 

Las pirámides para mi son pefectas - aún cuando dicen que están inclinadas - y misteriosas como  otras construcciones de ese tipo conservadas desde la antiguedad hasta nuestros días, (puerta del sol de Tiwanaku o el mismo Machu Picchu), están  construidas en forma que sus lados se orientan hacia los cuatro puntos cardinales, y el reflejo de sus sombras marca con exactitud cronométrica los puntos esenciales del año solar, dando las fechas precisas de los equinoccios de primavera y otoño y los solsticios de invierno y verano.

La gran pirámide de Jufu (llamado por Heródoto Keops) de la dinastía V (2589-2566 a.C) es la más grande de las tres  de la meseta, midiendo 150 metros de alto. La entrada al interior de ella vale 100 libras, pero el ingreso está limitado sólo a 300 personas diarias en los turnos de la mañana (comprar entrada a las 08:00 horas) y de la tarde (compra de entradas a las 12:00).


La pirámide de Khafre o Kefrén es la segunda pirámide, mide 136 metros y pertenece al faraón hijo de Keops, siendo la única que conserva su altura original, parece más alta que la gran pirámide, pero es sólo una ilusión, se ve así porque está situada en el centro de una colina.


Desde allí, con mi guia negociamos hacer el recorrido a la tercera pirámide en Camello, él me contactó al dueño de uno, quien ofreció llevarme por 40 euros, finalmente accedió a dar una vuelta más corta por 40 libras y la experiencia resultó excelente, el niño que tiraba al camello, me instruía a que posara con las pirámides tipos fotos chistosas y no es por ser amargada, pero me parecía un sitio demasiado sagrado como para ponerse a chacotear, igual me sacó fotos buenas y disfruté harto el paseo (el camello no era hediondo como me habían contado, pero hacía ruidos guturales todo el tiempo).





La pirámide de Menkaure o Micerinos, es la menor de las tres pirámides de la meseta, su altura sólo llega a 66 metros y es la más alejada y menos conservada de las tres.



Desde ahí empezó el cuento de las Baksheesh, o propinas, en este lugar por absolutamente todo te piden un tip, desafortunadamente casi siempre son niños, el eterno dilema lo solucioné entregándoles sólo lápices, pinches y caramelos, así no incitas a los padres a mandarlos a pedir y ellos quedan felices !

Nos alejamos un poco ya en la van, hacia el lado de los establos, desde donde se obtienen lindas vistas de las tres pirámides y de la ruta por donde circulan ininterrumpidamente buses y autos, está lleno de gente y vendedores de figuras de alabastro y otros souvenirs.


 Luego, nos movimos también en vehículo hacia la parte frontal, donde se encuentra la magnífica esfinge, mide 73 metros de largo y 20 metros de alto, tiene el cuerpo del león que representa el poder y la fuerza física y cabeza del hombre que simboliza la conciencia y la inteligencia. Esfinge significa imagen viviente y se discute hasta hoy  si representa  la imagen de Khafre o su padre.

El guía dice que la esfinge está sufriendo una especie de cáncer, carcomiéndose desde dentro por erosión y el propio paso del tiempo, además de los ataques mamelucos del siglo XVIII.





Salimos de la meseta después del mediodía  y recorrimos los 17 kilómetros que nos separan de Saqqara, emplazamiento de la necrópolis principal del antiguo Egipto (entrada 60 libras egipcias).

Partimos primero por la mastaba de Mereruka, una de las más bellas tumbas, adornada con bajo relieves de él y su cónyuge, que son realmente una maravilla y registran además varias imágenes, incluso en colores, de la vida cotidiana en Egipto, profesiones, escenas de caza, pesca, agricultura y ganadería y animales como hipopótamos, cocodrilos o gansos.


 Saliendo de ahí cruzamos a la pirámide de Teti, de la dinastía VI, donde pude bajar los 25 metros y estar en su fondo en total soledad (previo pago de un tip para el guardia, obvio), observé su  bello interior, su techo totalmente estrellado y el sarcófago vacío (afortunadamente).


www.egiptoforo.com/forums/showthread.php?p=156218
Pude ver ahí también ahí, a continuación, la primera pirámide de Egipto o la pirámide escalonada de Saqqara, obra del primer arquitecto conocido del mundo Imhotep para el Faraon Dyeser de la III dinastía (2667 a 2648 a.C), simplemente impresionante.


Desde allí partimos a Memphis, a 24 kilómetros de Cairo, aquella fue la capital del Antiguo Egipto y la ciudad más importante del país y el centro económico del reino, indiscutible desde la dinastía I a VIII, resurgiendo durante el reinado de Ramses II. Recorrimos el museo al aire libre Mit Rahina (35 libras), el que alberga una gran esfinge, varias estatuas colosales de Ramsés II y otros restos arqueológicos.




Después de Ghiza y de Memphis el guía me llevó a varias tiendas de algodón Egipcio, papiros y perfumes, decía él que en esos negocios los precios eran regulados por el Estado, que no era necesario negociar y que tenías certificado de autenticidad, desafortunadamente para el Estado, la tienda y el guía, que obviamente llevaba comisión, no me gustó nada. (sábanas de 1.000 hilos por 1.200 Libras, pensé que las iba a encontrar más baratas más tarde.) 

Ya de regreso a Cairo, pasé a comer algo a "Cilantro" , un café tipo Starbucks, muy rico, donde comí tranquila un sandwich y tomé un rico café, amenizado con música Chill Out Árabe, todo por 35 libras y me devolví vitrineando las tiendas de zapatos y ropa, muy doré y kitsh.

A las 19:00 horas me pasó a buscar Mohammed, y me llevó a la estación de trenes para tomar el tren overnight que me llevaría a Luxor. Esperamos  la hora y media que faltaba para que el tren partiera, porque era su obligación quedarse ahí hasta que me dejara sentada en mi lugar, en primer lugar porque el boleto era ininteligible si el número de asiento era ۲۸ , necesitaba a alguien que me dijera que era el 28, coche first class en el expreso Español. Conversamos mucho en inglés, me intentó enseñar los números y algunas otras palabras en árabe, y yo otras pocas en español porque me contó que estaba estudiando en la Academia Cervantes.

Una vez ubicada en el tren, tomé te y dormí un poquito, porque el aire acondicionado estaba muy fuerte, así que tuve que ponerme toda la ropa que llevaba encima.


2 comentarios:

  1. Me parece una fantastica experiencia por momentos he tenido una sensacion extraña,entre ganas he impotencia por no poder salir pronto a respirar esas emociones en persona.
    ¡¡Lo apunto como un sueño por cumplir!!..

    ..saludos , juan.

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  2. Gracias Juan!
    Anímate a seguir soñando: que los sueños se hacen realidad !!!

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