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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Día 37: En tren a Fez.

Hoy perdimos el tren de las 9:00 horas para el que habíamos comprado pasaje, desafortunadamente el reloj del teléfono no se auto ajustó con la hora de diferencia que había con España y jamás sonó... no fue un grave problema porque pudimos tomar el tren de las 11:00 horas con el mismo ticket. (La frecuencia de los trenes es cada dos horas,  desde las 5 de la mañana hasta las 7 de la tarde.)

Como no había asientos designados, buscamos en los vagones algún habitáculo vacío (con capacidad para 6 personas) para poder ir durmiendo, pero no pudimos mucho, porque unas dos horas después se subieron tres señoras con niños y quedamos apretados y aturdidos con tanto reto y además porque cuando se bajaron se subieron tres hombres muy fisgones que comentaban en secreto no se que cosa, Aún así pudimos  ver y disfrutar desde la ventana claras vistas a los Atlas, a los parajes desérticos y a ciudades pequeñas o tan grandes como Rabat o Meknés las cuales también atravesamos.

Llegamos  anocheciendo a la Gare de Fez, cerca de las 19:00 horas, luego de un viaje de algo más de 7 horas (conversamos, dormimos, cantamos y nos contamos películas),  salimos hacia la Ville Nouvelle, caminamos buscando la dirección del Riad que previamente habíamos reservado en www.booking.com, pero no dimos con ella... luego descubrimos que el mapa estaba malo, cuando entramos a un internet point y el chico que atendía nos explicó el error y llamó un taxi para que nos llevara (18 dirhams negociados)



Llegamos al sector de la ciudad antigua o Fez el Bali, en el sector de R`Cif, una de las puertas de acceso  a ella a un Riad encantador llamado El Amine (http://www.riadelaminefes.com/) . El exterior, como casi toda casa árabe no dice nada, son altas murallas erigidas sobre calles estrechas, pero una vez dentro aparecían las columnas cubiertas de maravillosos mosaicos, la piscina, las piletas las palmeras y el lujo sultanesco y todo por 70 euros.

Nos recibieron con te a la menta y mucho cariño y nos ubicaron en una habitación preciosa llamada El Alia, de dos pisos y que tenía un baño del lujo, con tina incluida (y también con puerta)

Riad El Amine Fes
www.splendia.com/es/riad-el-amine-fes-fez.html
Salimos por algo de comer y la atmósfera era inquietante, nuevamente sólo hombres en la calle y cafés, nos animamos a comer un sandwich y papas fritas que era lo más sano que me pareció. El old town a esa hora, cerca de las diez de la noche era oscuro y solitario y el guardia del Riad andaba con un bat "patrullando" el callejón...

Regresamos al Riad y nos quedamos disfrutando de sus bondades y de la hospitalidad del servicio y obviamente más te a la menta...








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